La empresa adjudicataria de la reforma de la sede del club de remo Mecos no solo no terminó la obra que le fue encargada y que tenía un plazo de ejecución de seis meses, sino que han pasado dos años y medio y los trabajos que hizo y dejó a medias empiezan a afectar al conjunto del inmueble.
Por si fuera poco, pone reparos a la hora de entregar la documentación y todo lo que le pide el Concello de O Grove para rescindir el contrato para buscar a otra empresa que subsane el desaguisado.
Así lo explica el alcalde, José Cacabelos, antes de anunciar que, por esos motivos, el Concello baraja demandar judicialmente a la empresa, de la que dice que ya tiene antecedentes por actuaciones similares en otros proyectos.
“Acabaremos en los juzgados porque no podemos tolerar en una obra pública esta falta de respeto hacia la directiva del club de remo, sus asociados y el pueblo de O Grove”, advierte Cacabelos.
Dará explicaciones el viernes
Esto es lo que explicará el viernes a la directiva del club de remo, poniéndola al corriente de lo que está pasando y de las medidas a tomar por la Administración.
Cacabelos, que califica la obra realizada por la aludida empresa como “una auténtica chapuza”, aclara que ya hace cuatro meses “se abrió un expediente de rescisión de contrato apelando al incumplimiento del mismo, al igual que pedimos un informe al director de obra que no nos fue aportado, por lo que vamos a expedientarlo también”.
Acabaremos en los juzgados porque no podemos tolerar en una obra pública esta falta de respeto hacia la directiva del club de remo, sus asociados y el pueblo de O Grove
Lo sucedido, alega el alcalde, “no solo es vergonzoso, sino que denota la falta de seriedad y profesionalidad de esta empresa a la que tuvimos que contratar a regañadientes porque en un Estado tan garantista el cumplimiento de los requisitos legales puede situarnos en una posición de indefensión a la hora de contratar a este tipo de empresas”.
Lo que quiere decir es que el cumplimiento de la ley obligó al Concello a contratar a esta empresa “a pesar de que ya nos temíamos que algo así podría pasar, puesto que ya hizo otras chapuzas con anterioridad, como se vio en el parque de Confín”.
Ahora solo queda “enfrentarnos a ella de forma enérgica, ya que no cumplió el proyecto, los requisitos que se le plantearon ni el presupuesto”.
Tuvimos que contratar a esta empresa a regañadientes porque en un Estado tan garantista el cumplimiento de los requisitos legales puede situarnos en una posición de indefensión
Esquerda Unida (EU) también mostró su indignación por este asunto en marzo, cunado sus representantes visitaron las instalaciones y vieron que las obras seguían incompletas.
“Alguien debe hacerse responsable de que una obra que estaba programada para ejecutar en seis meses lleve cerca de dos años y medio y siga sin estar acabada, y sin que se aprecien indicios de que vaya a finalizar a corto plazo”, manifestaba su portavoz y jefe de filas, José Antonio Otero González.
No eta la primera vez que alertaba de la tardanza e incluso preguntaba por ello en el pleno, llegando a decir que “no se puede tolerar que las numerosas personas que forman parte de las diferentes secciones del club, sobre todo los niños, tengan que entrenarse o realizar actividades en estas condiciones”.
Se refería a la existencia de “paredes en ladrillo, habitáculos y baños sin rematar, filtraciones de agua por ventanas y techos, una puerta de acceso tapiada, vigas oxidadas por falta de tratamiento y grietas en la edificación antigua provocadas por las obras”.
Nos temíamos que algo así podría pasar, puesto que (la empresa) ya hizo otras chapuzas con anterioridad, como se vio en el parque de Confín
Sin olvidar la presencia de “materiales de obra tirados en el exterior y un largo etcétera de deficiencias” que llevan a Esquerda Unida a tachar esta obra de “chapuza”.
Directivos convertidos en carpinteros y electricistas
Y peor que estarían las cosas de no haber sido porque “los propios directivos del club” retiraron ya una buena cantidad de escombros de obra, según indicaba EU.
Al igual que “tuvieron que hacer de electricistas y albañiles para realizar la instalación de la iluminación y derribar alguna que otra pared para poder llevar a cabo la actividad deportiva da manera más segura”.
