El 18 de agosto de 2021, un grupo de vecinos, contrarios a la instalación de un parque eólico en el monte Castrove, posaban para los fotógrafos y las cámaras de los medios de comunicación a las puertas de la Delegación de la Xunta de Galicia en Pontevedra.
Llevaban en sus manos cientos de alegaciones en contra del proyecto industrial. Un año después, siguen a la espera de la respuesta de los técnicos de la Xunta de Galicia.
La administración autonómica tampoco ha contestado al Ayuntamiento de Meis, contrario igualmente a la creación de un parque eólico en este monte que une las comarcas de O Salnés y Pontevedra y que presentó sus alegaciones a principios de septiembre de 2021.
En su escrito, el Ayuntamiento meisino aducía que un parque eólico en la cima del monte podría provocar escorrentías en periodos de lluvias intensas y causar serios perjuicios a los viñedos de albariño existentes en las faldas de la montaña.
"Copia y pega"
Otro de los inconvenientes que percibía el grupo de gobierno de Meis y sus técnicos era que el proyecto “da la impresión de ser un copia y pega de otros similares”, en palabras de la alcaldesa, Marta Giráldez, por su falta de concreción.
Desde que se dio a conocer el plan, ninguna entidad se ha posicionado abiertamente a favor del parque eólico.
Dos de las cuatro comunidades afectadas por el proyecto ya han votado en contra de ceder sus terrenos para la instalación de aerogeneradores, mientras que las otras dos no han abordado el asunto en sus asambleas. Los ayuntamientos de Barro, Poio y Pontevedra también se han manifestado en contra de la iniciativa.
Ninguna entidad se ha manifestado públicamente a favor del proyecto industrial
En la impugnación de Meis también se llama la atención sobre los eventuales daños que el parque eólico podría causar sobre el sector forestal, en un monte en el que hay más de media docena de comunidades de vecinos que viven fundamentalmente de la venta de madera.
En un tercer bloque, el Concello de Meis sostenía que la instalación de los aerogeneradores y la apertura de las pistas forestales arruinaría en gran parte los proyectos turísticos que la administración local tiene para el Castrove.
Proyectos entre los que se encuentran una red de senderos por la parte posterior de la montaña, o la puesta en valor de una antigua ermita dedicada a Santa Mariña y de los restos de una supuesta torre defensiva existente en la zona de Campañó.
La plataforma “Non ao parque eólico do Castrove”, por su parte, celebró hace un año una caminata reivindicativa hasta el monte, a la que se sumaron un centenar de personas.
Durante este verano, han sido muchas las organizaciones sociales que convocaron caminatas u observaciones astronómicas por los montes para lograr la repulsa social a los nuevos parques.
