La asociación de vecinos de Faxilde reunió a residentes del lugar en una asamblea para abordar las principales deficiencias de la zona. Una de ellas son los “continuos reventones” de las tuberías de agua en distintas calles, como por ejemplo la Rúa Canto (cinco averías la semana pasada), San Martiño, do Xogo, Piorno y el tramo de Sobrán que no ha sido humanizado. Y como consecuencia, el vecindario se queda sin suministro.
Las canalizaciones tienen unos 60 o 70 años de antigüedad, contienen amianto y tienen poco diámetro, según explican desde el colectivo. “En la Rúa Sobrán hay que empalmar una tubería vieja con la nueva y no sabemos si la situación va a ir a peor” , comentan con preocupación los vecinos.
Ante esta situación, solicitan al Concello que se deje “de más parches” y que renueve las tuberías. “Nos tememos que nos contesten que ya se invirtió mucho en Faxilde”, apuntaron en el encuentro.
Viales de dirección única
Otro de los asuntos abordados fue la seguridad vial. La asociación ha solicitado una reunión con el concejal José María González “para ver qué plan de movilidad tiene el Ayuntamiento para Faxilde”, indica la presidenta del colectivo, Loli Maquieira. “La obra no está estrenada [Rúa Sobrán] y la gente aparca en las aceras”, advierte.
El estacionamiento es otro problema en Faxilde. Los vecinos plantean que si se mantiene la doble dirección en la Rúa Sobrán como estaba pensado en un principio, “la mayoría de casas no tiene donde aparcar”, por lo que proponen negociar con la Iglesia para habilitar el llamado Campo del Monaguillo como zona de estacionamiento.
Otra opción, añaden desde la asociación vecinal, es implantar el sentido único en la mayoría de calles. “Que se haga un estudio en condiciones y ver cuáles pueden ser de una sola dirección”, señalan.
Los vecinos también se quejan de la presencia de maleza por toda la aldea y la reducción del número de contenedores. “Las zonas públicas debe limpiarlas el Concello y las que son privadas sancionar a los propietarios porque hay muchas ratas”, avisan.
En cuanto a los contenedores, “muchos son viejos y están rotos” y otros “los han quitado, obligándonos a caminar más para reciclar”.
