Colectivos de apoyo al pueblo saharaui organizan el próximo 5 de junio una “andaina” desde el casco urbano hasta Monte Lobeira para recaudar fondos con los que enviar ayuda humanitaria a los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia. La inscripción en esta “andaina” solidaria tendrá un precio de cinco euros, que incluye fruta y agua en los diferentes puntos de encuentro, así como la posibilidad de retirarse de la actividad en caso de ser necesario. No en vano, además de los integrantes de la organización, los participantes en la actividad irán acompañados de Protección Civil de Vilanova y de varios vehículos particulares.
La salida tendrá lugar a las 9.30 horas desde la plaza del Consistorio, recorriendo los participantes lugares como Vista Real, András, el mirador de Faro das Lúas y la Variante Espiritual hasta finalizar en el mismo punto. En total son 17,5 kilómetros, en su mayor parte de dificultad media-baja, salvo en la subida al Monte Lobeira, donde se endurecerá el trayecto.
Rosana Rey, integrante de la organización destaca que esta iniciativa es la sexta ocasión en la que se pone en marcha y se ha convertido en una referencia en el municipio. Tan solo la pandemia consiguió frenar su celebración, una situación que afectó a la ayuda que desde O Salnés se acostumbra a remitir a los campamentos de refugiados de Tinduf todos los años. Rey anima a la gente “a participar porque estamos recogiendo lotes de medicinas para remitir a las familias de los niños que acogemos durante el verano porque , allí, a 50 grados a la sombra, se necesita mucho material”.
Una “traición que nos duele mucho a todos”
Mientras se sumergen en la recogida de alimentos y medicinas que enviar a Tinduf, los colectivos que colaboran con el pueblo saharaui siguen sin comprender el cambio en la postura política del Gobierno español con respecto al Sahara occidental. “No es normal lo que ha pasado, ha sido una traición en toda regla y que es evidente que se adopta por las amenazas que llegan desde Marruecos”, explica Rey. Esa decisión también llega en un momento extremadamente delicado par ala población saharaui, sobre todo después de haber tenido que soportar una pandemia y con numerosos problemas para remitir ayuda desde España. Rey entiende y comparte que a Ucrania se le esté dando visibilidad y cobertura mediática, pero “nos estamos olvidando del Sáhara, un territorio que fue español y en el que hay una guerra desde hace 40 años sin que se dé a conocer”. Además, recuerda todos los vínculos que todavía mantiene España “como potencia administradora”, una responsabilidad de la que parecen huir los gobiernos.
