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Las tres universidades gallegas certifican que el consumo de "relojito" grande es seguro

Las cofradías de la ría de Arousa trabajan desde hace años para que la administración sea más flexible con la extracción de este molusco

Un mariscador realiza una siembra de "relojito" en O Bohído INAKI ABELLA DIEGUEZ

En abril de 2016, las cofradías de la ría de Arousa presentaban los resultados de un estudio científico de la Universidade de Vigo, según el cual los camarones apenas asimilaban el plomo acumulado en el organismo de los “relojitos” que habían comido antes. Los pósitos llevaban años reclamando a la administración la posibilidad de extraer “reló” un poco más grande, y ese estudio universitario les daba la razón. Por ello, decidieron seguir trabajando en esa línea, y hoy, seis años después, ya disponen de cuatro informes más que avalan la seguridad del consumo del “relojito” y su interés comercial.

La Federación Galega de Confrarías se ha reunido durante las últimas semanas con las principales asociaciones de la industria del mar, como Agade (depuradores) y Anfaco (conserveros), así como con diferentes departamentos de la Consellería do Mar. Su objetivo es sumar apoyos a su objetivo de que se les permita extraer el “relojito” de hasta 45 milímetros, ya que en la actualidad no se puede vender el que pase de 35.

Tras estas primeras reuniones en Galicia, la intención de los pósitos es trasladar sus inquietudes a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). Y no lo harán con las manos vacías, pues irán con el aval científico de hasta tres universidades y de una institución técnica de reconocido prestigio como es el Intecmar.

La Dosinia exoleta es una especie de molusco bivalvo, semejante a la almeja, muy abundante en rías como la de Arousa. En el pasado, los mariscadores la extraían como especie acompañante, pero ahora la situación ha cambiado. La creciente decadencia de las poblaciones de almeja y berberecho, y el hecho de que el mercado empiece a pagar más por el “reló” han motivado que los “rañeiros” lo vean con mayor interés.

“Ha llegado a ir a casi seis euros el kilo en Navidades y verano, y fuera de esas épocas suele ir a entre un euro y dos”, explica el patrón mayor de A Illa, Juan José Millán, que es uno de los principales promotores de esta campaña emprendida por los pósitos.

Su competencia por el alimento con otros bivalvos

Además de tener un interés económico evidente para la flota, el exceso de “relojito” derivado de las limitaciones a su extracción tiene también consecuencias medio ambientales que influyen a los mariscadores. El “reló” compite por el espacio y el alimento con otras especies de bivalvos, como las almejas y los berberechos. Y al ser tan abundante, impide el crecimiento normal de estas últimas poblaciones de moluscos, más interesantes desde el punto de vista comercial. Por lo tanto, son muchas las razones por las que las cofradías abogan por extraer en más cantidad la Dosinia exoleta.

El gran problema del “reló” es que su organismo acumula más que otros moluscos plomo, un metal pesado nocivo para la salud humana. En consecuencia, la Unión Europea ordenó en 2006 limitar la extracción de este recurso a los individuos de 35 milímetros o menos, dado que sus técnicos entienden que hasta ese tamaño tienen tan poco plomo que su consumo es inocuo. En la práctica, esto limitó mucho las posibilidades de extracción, y durante una década casi desapareció de las lonjas.

Sin embargo, las cofradías se preguntaron si seguiría siendo seguro el consumo de “reló” más grande. Y fue entonces cuando encargaron el trabajo de la Universidade de Vigo, que dirigió el catedrático de Ecología, Ricardo Beiras. El resultado indicó que los camarones apenas retenían en sus cuerpos una ínfima parte del plomo que contenía el “reló” que habían comido. La siguiente pregunta era inevitable: ¿daría el mismo resultado una investigación en mamíferos? El resultado es que sí.

Las tres universidades

La Consellería do Mar se puso del lado de las cofradías y financió tres estudios más, que se les contrató a las tres universidades gallegas. Los investigadores de los tres centros trabajaron de forma independiente, y en coordinación con el personal del Intecmar (Instituto Tecnolóxico do Medio Mariño), y estudiaron la bioasimilación del plomo del “relojito” en ratas, y en el aparato digestivo del ser humano, para lo cual realizaron una simulación. El resultado de los tres estudios universitarios avala la tesis de los pósitos arousanos: la absorción del plomo del “relojito” en los mamíferos es tan baja que sería seguro desde el punto de vista sanitario consumir molusco con un nivel más alto de plomo, es decir, de mayor tamaño.

Con estos resultados en la mano, quedaba también determinar si el “relojito” despertaría interés comercial suficiente como para extraerlo en mayor cantidad. Una vez más, la Consellería do Mar echó una mano al sector y financió un estudio comercial sobre este recurso. Juan José Rial Millán indica que las conclusiones de los técnicos son favorables. Así las cosas, las perspectivas son buenas, pero el patrón mayor de A Illa también llama a la cautela. Ya se ha avanzado mucho, “pero este es un camino muy largo”.

Al principio solo se extraería en la ría de Arousa

La Federación Galega de Confrarías ha solicitado una reunión con la Agencia de Seguridad Alimentaria española (Aesan) para poder exponer los puntos de vista de los pósitos y mostrarles los trabajos científicos que se han elaborado. El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, plantea que de ese modo la Aesan también podría indicarles cuáles son los próximos pasos administrativos que tienen que dar. La propuesta en la que están trabajando en estos momentos los pósitos es la de empezar poco a poco.

Así, el “relojito” de hasta 45 milímetros se extraería en un primer momento solo en la ría de Arousa -en el resto de la costa gallega, se mantendría el límite de 35-, y se pondrían clasificadoras de marisco más pequeñas en las lonjas para garantizar que en ningún momento saldría al mercado “reló” de más de cuatro centímetros y medio. Además, este marisco se comercializaría únicamente en España, lo que evitaría depender de un cambio legislativo de la Unión Europea, ya que eso podría dilatar el proceso durante lustros. La Dosinia exoleta es una especie que se vende principalmente para fresco. Su mayor destino es la hostelería, donde se utiliza por ejemplo para la elaboración de paellas o la guarnición de pescados.

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