La empresa funeraria San Marcos, de Pontevedra, continuará con los trabajos de construcción de dos salas de velación en el sótano de la casa rectoral de San Vicente de Nogueira, en Meis. Así se acordó en la asamblea vecinal que se celebró el lunes por la tarde-noche en el multiusos de Mosteiro, a la que acudieron medio centenar de vecinos.
La creación de estas salas velatorias generó un cierto malestar en la parroquia. Los críticos argumentaban que los vecinos no podrán utilizar la rectoral en cuanto se le dé el nuevo uso, que en el pasado la comunidad de montes financió obras de mejora en el inmueble, y acusaron al cura párroco de ocultar el proyecto. Viendo el clima de crispación que se había generado, la alcaldesa, Marta Giráldez convocó una asamblea, a la que acudieron ella misma y el sacerdote.
En la actualidad, las familias de Meis se desplazan a Vilagarcía, Barro, Cambados o Barrantes para velar a sus difuntos
El párroco, José Antonio Souto, manifestó que las dos salas velatorias se ubicarán en el sótano de la rectoral, y que los vecinos podrán seguir utilizando el resto de las estancias (las habitaciones y la cocina) para la catequesis, las reuniones y las comidas, tal y como se estaba haciendo hasta ahora.
El cura declaró en la asamblea que no ha habido oscurantismo alguno, y que hace meses que la comunidad de montes y la mayoría de los vecinos conocían el proyecto de la funeraria San Marcos. Y aseveró que el Arzobispado cedió en su momento un terreno a cambio de la obra de los comuneros de montes. Finalmente, dijo que, “hay una mayoría aplastante de vecinos, el 90 por ciento, que están encantados de que se haga el tanatorio”.
Marta Giráldez, por su parte, manifestó que el Ayuntamiento dio licencia a las salas de velación porque la empresa promotora tiene todos los permisos e informes favorables. Recordó, además, que la actuación se va a llevar a cabo en una propiedad privada -en este caso, pertenece al Arzobispado-, y que en consecuencia el Concello lo único que puede hacer es velar porque se cumpla la ley, lo cual ha sucedido en esta ocasión. También indicó que al ser la obra en una propiedad privada, el dueño no tiene la obligación de explicar sus intenciones a todos los vecinos, uno por uno.
En la actualidad, las familias de Meis se trasladan a Vilagarcía, Barro, Barrantes o Cambados para velar a sus difuntos, lo cual podrán empezar a hacer este verano ya sin salir del municipio. El sacerdote ha declarado que las obras empezarán a mediados de esta semana, y prometió invitar a una comida a los críticos cuando estén terminadas, para mostrarles que la rectoral sigue a disposición de los vecinos.
