El Camino Portugués a Santiago recupera el pulso con muy altas expectativas para las próximas dos semanas tanto de peregrinos gallegos y lusos, aunque también se observa un repunte importante de otros países europeos.
El presidente de la Asociación del Camiño Portugués, Celestino Lores Rosal reconoce que le sorprendió el auge de estos primeros días de Semana Santa. “No esperaba este volumen, pero lo cierto es que se nota que ha vuelto a despertar el interés por hacer el trayecto a Compostela y de hecho, de las 92 camas del albergue están ocupadas la mitad todos estos días”.
Son sobre todo peregrinos portugueses que inician el Camino en Oporto o Valença do Miño con un plan de aproximadamente cinco días de duración, pero también acuden de otras zonas de España y de otros países de Europa. Con todo, según sus cálculos, “el 75% de los peregrinos europeos son portugueses”, pues tanto la pandemia y la crisis de Ucrania siguen pasando factura a este tipo de iniciativas.
Lores observa que queda todavía mucho para recuperar todo el potencial turístico del Camino Portugués “pero hemos mejorado mucho este año”. “Está claro que va a ser difícil contar con una avalancha de peregrinos americanos, de China o de Corea del Sur, que se habían afianzado antes de 2019; creo que va a ser muy difícil volver a ver caminantes de Brasil, de Canadá o de Argentina tanto por la pandemia como por la convulsa situación de Europa”.
Una apreciación que no comparte Víctor Abal, responsable del albergue San Eros de Armenteira, pues en los últimos días ha alojado a jóvenes procedentes de países especialmente lejanos. “Esta semana tuvimos a una joven mexicana, veinteañera, que llegó sola al albergue, con los pies deshechos porque había subido el Castrove desde Combarro, y que nos explicó que se trataba de un viaje por sus fuertes creencias”.
Misas del peregrino en Armenteira
“La devoción está detrás de muchos de los que hacen el Camino Portugués y eso se ve también aquí en Armenteira pues casi todos los que piden alojamiento en el albergue quieren asistir a las misas del peregrino de la mañana o de la noche que se ofician en la iglesia del monasterio”, explica Abal.
Pero también entiende que haya otros motivos para realizar esta ruta a pie, en bicicleta o a caballo hasta Santiago de Compostela. “Hemos atendido a grupos que no solo quieren llegar a la tumba del Apóstol sino que aprovechan para conocer el patrimonio o el paisaje; las rutas en barco o conocer A Illa de Arousa, son objetivos que no les dejan indiferentes”.
El responsable del albergue de Armenteira expresa su satisfacción por el alto nivel de ocupación de sus instalaciones. “Ayer -por el sábado- superamos el 50% de las camas y para mañana -lunes- y el martes tengo todo completo”, unas expectativas que confía en que se extenderán a las próximas dos semanas.
Coincide con Lores Rosal en que el grueso de los peregrinos que acuden a los albergues son de edades comprendidas entre los 20 y los 60 años, y que hay un porcentaje casi idéntico de hombres que de mujeres. “Los grupos de jóvenes también llegan estos días”, explica Lores Rosal quien tuvo ocasión esta semana de compartir algunos de los secretos del Camino con jóvenes daneses esta misma semana.
Recobrar expectativas para el bienio
Una imagen que da idea de lo que depararán los últimos meses del Bienio Santo 2021-2022 pues como también subraya Víctor Abal “ya tenemos reservas altas para los meses de mayo y junio, pero también para el otoño con camas guardadas en setiembre y octubre.
Abal asegura que este año han coincidido en su albergue peregrinos de diez nacionalidades distintas, desde italianos y escandinavos a personas que llegan de Bélgica, Francia, Chequia y Alemania. El motivo principal, afirma, es que se trata de un camino muy seguro, “vigilado las 24 horas por patrullas de la Guardia Civil”, pero que también invita a disfrutar de la soledad que muchos buscan en la paz y sosiego de la naturaleza que recorren.
En este mismo sentido se expresa también Tino Lores que asegura que son muchos los que le han confesado que vienen a hacer el Camino para “encontrase a sí mismos” pero también con la idea de hacer amigos de distintas nacionalidades y culturas a lo largo del recorrido.
Lo que sí tienen claro estos dos observadores del Camino Portugués es que más pronto que tarde se volverá a recobrar todo el potencial pues las infraestructuras han mejorado mucho en todos estos años de promoción del Xacobeo.
Celestino Lores asegura que todo el trayecto ofrece buenos servicios y piensa que solo hay un tramo en la N-550 cuya seguridad debería mejorar. Respecto al tramo de las marismas de O Bao, en Pontevedra, indica que está en condiciones óptimas y que está negociando con el Ayuntamiento y la Diputación algunas mejoras en el tramo de Pontevedra.
Respecto a la capital señala que ofrece al peregrino un “albergue de cinco estrellas”, eso sí construido con expectativas prepandémicas.
