Cambados despide a Miguel Lumbres con música y esperanza
Doscientas personas homenajean al fallecido en el “Villa de Pitanxo” con una ceremonia evangelista

El pastor Julio Robledo se dirige a los asistentes; sobre la tarima, a la izquierda, una imagen de Miguel Ángel Lumbres / INAKI ABELLA DIEGUEZ
Una gran fotografía de Miguel Ángel Lumbres Cumpa, con la torre de San Sadurniño a su espalda, y con dos jarrones de rosas rojas a sus pies, presidía la tarima hacia la que estaban orientadas más de un centenar de sillas. En primera fila, la viuda, Maribel, y sus dos hijos esperaban abrazados el inicio de la ceremonia de homenaje. A un lado, el pastor evangelista Julio Robledo conversaba con el músico que minutos después interpretaría varias canciones, poniendo el contrapunto a los breves discursos de los familiares, amigos y autoridades que se dieron cita en el salón José Peña.
Unas 200 personas despidieron a media tarde de ayer al pescador peruano afincado en Cambados desde hace 14 años, fallecido en el naufragio del “Villa de Pitanxo” en Terranova. Familia y Ayuntamiento organizaron en el salón de Peña un culto evangelista en su memoria. En él, todas y cada una de las personas que fueron subiendo a la plataforma y tomaron el micrófono para dirigirse a los demás, incidieron en la gran calidad humana de Miguel Lumbres y en su inquebrantable fe cristiana.
“Es una tristeza perder a un ser querido, pero algún día nos reuniremos con él. Tenemos la fe y la seguridad de que él está gozando de la presencia de Dios"
Uno de sus allegados, de hecho, contaba como en el vídeo que envió a sus familiares poco antes de partir en el barco rumbo a Canadá agradecía una y otra vez a Dios la oportunidad que le había brindado con aquel trabajo.
“Es una tristeza perder a un ser querido, pero algún día nos reuniremos con él. Tenemos la fe y la seguridad de que él está gozando de la presencia de Dios”, afirmó el primo del pescador, también llamado Miguel Lumbres.

Asistentes a la ceremonia, en el salón José Peña / INAKI ABELLA DIEGUEZ
A la ceremonia acudieron no solo un gran número de ciudadanos peruanos radicados en Cambados, sino también llegados de otras poblaciones. Además de Julio Robledo, tomó la palabra Julio Torres, el pastor evangelista que acompañó tras el accidente al ghanés Samuel Kwesi, uno de los tres supervivientes, cuya familia está en África. “A Samuel le gustaría estar aquí, pero no pudo venir porque está agotado. Pero más adelante quiere estar con vosotros”, explicó dirigiéndose a la familia de Miguel Ángel Lumbres.
Apoyo al colectivo peruano
El homenaje se desarrolló mediante el rito evangelista, pero asistieron muchas personas de otras confesiones. El cura párroco de Cambados, José Aldao, dijo que “las puertas del templo siempre van a estar abiertas” para las personas que lleguen a Cambados, en alusión a la colectividad peruana, que arribó a O Salnés para trabajar en la pesca a mediados de la década de los 2000. “Pero más importante es si cabe abrir las puertas del corazón. El pueblo de Cambados tiene que seguir siendo una comunidad, una familia”.
El alcalde, Samuel Lago, se dirigió también al grueso del colectivo peruano, diciéndoles que, “sois una comunidad bien recibida”. “Estamos muy contentos de que estéis aquí en Cambados”. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, transmitió igualmente palabras de aliento a la familia del fallecido, diciendo que, “estaremos pendientes de vosotros”.
El culto, en el que se intercalaban las oraciones, las canciones aderezadas por la música de guitarra y las intervenciones de los oradores, finalizó con una merienda en la que los asistentes compartieron refrescos y dulces típicos de Perú como señal de fe y esperanza.
El cuerpo de Miguel Ángel Lumbres Cumpa será repatriado directamente a su Perú natal, país al que quiere viajar su familia de Cambados para poder asistir al entierro. El cuerpo sin vida del pescador todavía está en Terranova, puesto que cuando se le practicó el análisis forense a los fallecidos, se descubrió que dos de ellos habían contraído el COVID, circunstancia que hizo que se retrasase el traslado de los cuerpos.
El primo señaló ayer que aún no saben cuándo se hará la repatriación, puesto que algunas fuentes le indican que será el lunes, mientras que otras les dicen que aún tendrán que esperar al miércoles. Miguel Ángel Lumbres no llegó a contagiarse de coronavirus, pero se embarcó en el “Villa de Pitanxo” para relevar a un pescador que sí dio positivo poco antes de partir. Pescador desde los 12 años, trabajó en barcos de altura, aunque en Cambados faenó sobre todo en cerqueros.
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