Juan Manuel Vidal Seage, el alcalde conservador de Pontecesures, lleva semanas dando vueltas a la idea de cambiar el formato de la fiesta exaltación de la lamprea del Ulla.
Se trata de un producto tan escaso como caro, por lo que estudia poner en práctica un modelo de degustación con el que dar a conocer este parásito marino como una auténtica delicatessen, aunque las raciones salgan más caras.
Está claro que es un producto diferente que no puede venderse como si fuera churrasco y ponerlo de cualquier forma encima de la mesa, sino que debemos dignificarlo y valorizarlo presentándolo como la delicatessen que es
Básicamente, el regidor considera que de nada sirve apostar por la cantidad y vender muchas raciones de lamprea en un días señalado como el de la fiesta si después no hay restaurantes en los que consumirla a diario o un lugar en el que comprarlas con asiduidad y en abundancia.
Lo que valora es que en lugar de servir raciones sin más, pueda hacerse de forma más selecta, con mesa, buenos cubiertos y mantel, para que los verdaderos aficionados a este exquisito pez puedan saborearlo en condiciones.
En caso contrario incluso se corre el riesgo de dejar de promover la celebración anual, ya que con las lampreas vendiéndose a 50 euros, difícilmente el Concello podrá asumir la compra de los ejemplares necesarios para después vender raciones a 10 o 12.
“Aún no hay nada decidido –reconoce el primer edil–, pero está claro que es un producto diferente que no puede venderse como si fuera churrasco y ponerlo de cualquier forma encima de la mesa, sino que debemos dignificarlo y valorizarlo presentándolo como la delicatessen que es, con una fiesta diferente a lo que suele ser habitual”.
En las próximas semanas seguirá consultando a hosteleros y pescadores antes de tomar una decisión, pero el alcalde considera necesario imprimir un cambio sustancial al modelo tradicional de fiesta.