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La exquisita lamprea del Ulla llega hoy a los principales restaurantes arousanos

Los marineros de Pontecesures sumergieron a mediodía de ayer un total de 104 nasas entre el puente romano y la desembocadura del Sar

Los pescadores incian la campaña de la lamprea en Pontecesures. | // IÑAKI ABELLA

Los pescadores de lamprea son optimistas ante el inicio de una campaña muy esperada en los restaurantes y bares del Ullán y Barbanza, dispuestos algunos a pagar hasta 600 euros por el que ya denominan como “campanu del Ulla” a semejanza de la primera captura de salmón en los ríos de Asturias.

Momento en el que se largaron ayer las nasas al río Ulla. | // IÑAKI ABELLA

Ese ejemplar que saldrá a eso de las diez de la mañana habrá entrado en una de las 104 nasas-butrón que en la mañana de ayer precintaron los guardarríos de Medio Ambiente en Pontecesures y que los seis participantes en esta primera jornada ya han sumergido en aguas del Ulla, entre el puente romano de la localidad hasta la desembocadura del Sar, río que cruza la localidad de Padrón.

Ramón Agrasar es uno de los pescadores que esta mañana tendrá oportunidad de recoger las 24 nasas de su embarcación con tres tripulantes, un día clave para conocer cómo se va a desarrollar esta campaña de pesca.

El río estaba revuelto pero en absoluto era peligroso a la hora de lanzar las nasas Iñaki Abella

“Puede haber, como no”, explica Agrasar con cierta ansiedad, más que desconfianza, pues por las anteriores prospecciones ya sabe que puede haber cierta abundancia aunque hoy no se esperan piezas de gran tamaño porque han perdido mucho peso desde hace un mes en la espera para iniciar el remonte río arriba para desovar.

Pero las que salgan estarán muy cotizadas en estas primeras jornadas y aunque solo la primera se corona con el trofeo, las demás alcanzarán precios más que razonables.

Un guardarríos coloca el precinto de la nasa de la lamprea Iñaki Abella

Precios elevados al inicio de la campaña

Se estima, en función del tamaño, que por cada lamprea se pagarán entre 50 y 70 euros, por lo menos durante las primeras semanas, a lo que hay que añadir un 11% de IVA al considerarse pesca de río. Pasados unos días, la cotización bajará incluso a la mitad al despertar menor interés del consumidor.

Y es que se trata de un producto muy esperado en estas fechas de enero, consumido sobre todo en restaurantes que lo preparan de mil formas aunque la tradicional de la bordelesa es la favorita con un sabor excelente para unos y nada agradable para la otra mitad.

Los marineros pagan 180 euros por acudir al río

Los profesionales están obligados a pagar a Medio Ambiente una licencia por tres meses y medio de campaña que les supone un desembolso inicial de 180 euros, una cantidad que puede parecer insignificante pero que deben añadir a los costes por los permisos para trabajar otros recursos en el mar. Cabe señalar que se trata de una actividad en el río por lo que los pescadores deportivos solo tienen que abonar tres euros de modo que el colectivo de pescadores de Herbón tiene una ventaja añadida sobre los que declaran la actividad. En total son 16 pescadores de lamprea profesionales que ingresan cada año a la Consellería de Medio Ambiente cerca de 2.500 euros por ejercer dicha actividad.

Lo que si está claro es que tiene una enorme “parroquia” que cada año acude a Pontecesures, Rianxo, Padrón y demás localidades de la ribera del Ulla para degustar este inmemorial plato, propio de banquetes romanos que ya lo degustaban.

También hay que subrayar el hecho de que los pescadores de Pontecesures se ofrecen a cocinar este excepcional pescado para familias que prefieren degustarlo al calor del hogar y sin afrontar los riesgos de que les salga mal. Algunos solo tendran que cocinar el arroz blanco y freír picatostes.

Control de los aparejos que se emplearán en esta campaña para la pesca de lamprea en el río Iñaki Abella

Y todo ello gracias a que a mediodía de ayer, los guardarríos de la Consellería de Medio Ambiente acudieron al puerto cesureño para colocar los precintos en cada una de las algo más de cien nasas, un número insignificante para que muchas lampreas no las esquiven. “Ojalá fuéramos todos en este primer día, cuantos más pescadores mejor resulta la campaña porque cubrimos una superficie mucho mayor”, explica Ramón Agrasar. En la Casa da Lamprea se sabrá hoy cuánto están dispuestos a pagar los clientes.

El río estaba revuelto en el primer día

Solo seis pescadores acudieron a la jornada inaugural de la campaña de la lamprea en el río Ulla de los dieciséis que acostumbran a participar en la pesca del primitivo y parasitario pez. Uno de los motivos de la reducida asistencia podría estar muy relacionado con la dificultad de trabajar en esta zona de la desembocadura de los ríos Ulla y Sar, donde ayer se observaban aguas bastante revueltas pero que en ocasiones son muy peligrosas. Sin embargo todos ellos deberán acudir en alguna ocasión al río para mantener sus licencias de pesca pues la pierden si en dos años no declaran ninguna venta, un procedimiento muy riguroso que se hace directamente al cliente que debe facilitar su nombre, dirección y DNI con el fin de conocer exactamente quién la adquirió. Los pescadores de Pontecesures y Rianxo reconocen que el exhaustivo control ayuda a preservar este preciado recurso natural.

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