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“Lo que necesitan todas las víctimas de malos tratos es un abrazo, sentirse queridas”

Un grupo de participantes, en los momentos iniciales de la "andaina" Iñaki Abella

Doscientas personas se dieron cita a las diez de la mañana de ayer en el puente de Castrelo, de donde salió la “andaina” organizada por la asociación Esmar para recaudar fondos en beneficio de las víctimas de violencia de género. La convocatoria fue un éxito de participación y ambiente. “Había anotadas unas 150 personas, pero al final vinieron más”, cuenta Soledad Cores, que el sábado fue reelegida presidenta de este colectivo nacido en 2015 en Ribadumia y que presta ayuda a mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas.

Soledad Cores explica que en lo que va de año Esmar ha echado una mano a tres mujeres. Las ayudas variaron según el caso. En algunos casos, les pagaron el alquiler de la vivienda; en otras, les dieron dinero para pagar un abogado o un psicólogo. La presidenta de Esmar sostiene que en muchas ocasiones, cuando una mujer decide dar el paso de dejar a su compañero sentimental para salir de una situación de violencia, quedan en una posición económica muy delicada.

Soledad Cores con el padrino de la "andaina", el actor cambadés Ademar Silvoso Iñaki Abella

Aunque no siempre sucede, pues hay mujeres que tienen un empleo estable, con lo que siguen teniendo ingresos. Pero lo que es común a todas las víctimas, sea cual sea su situación económica, es que necesitan apoyo emocional. “Lo que todas necesitan por igual es un abrazo, sentirse queridas”, añade la presidenta de Esmar.

Y hablar y ser escuchadas. Por ello, la asociación organiza periódicamente encuentros entre sus socias (15 mujeres y dos hombres) y las víctimas que llaman a su puerta. “Nos juntamos para tomar café o para hacer una andaina como la de hoy (por ayer). En la asociación hay personas que pasaron por lo mismo que ellas, y que por lo tanto comprenden lo que les está pasando”. La pandemia de COVID obligó a aparcar durante un tiempo estas actividades, que se sustituyeron por videollamadas, “pero ahora estamos retomando los encuentros”, avanza Soledad Cores.

El momento de las inscripciones, en la salida habilitada junto al puente de Castrelo Iñaki Abella

El duro peaje de denunciar

María del Carmen Torres pagó un peaje duro por dar el paso de denunciar a su pareja: durante años, sintió todo el peso de la soledad y la acompañó un sentimiento próximo a la vergüenza. Pasados los años, el hijo que había tenido con su exmarido se fue con el padre y rompió su relación con ella. Y aún así, María del Carmen Torres no duda ni un segundo entre si hay que denunciar siempre o hay ocasiones en que es mejor separarse pero sin judicializar la ruptura. “Hay que denunciar siempre. Hoy, las mujeres cuentan con una protección. Sin denuncia, el maltratador seguirá como si no pasase nada”.

María del Carmen Torres fue la fundadora de Esmar en 2015. Lo hizo para que otras mujeres no tuviesen que atravesar el desierto que conoció ella. “Me separé hace veinte años. En aquel momento no se imponían órdenes de alejamiento ni había prácticamente protección policial para las mujeres”.

Cuenta que rompió con su marido tras una década de maltrato. “Al principio, me maltrataba psicológicamente, pero desde que me separé también me agredió físicamente”, relata.

La fundadora -y actual vicepresidenta de Esmar- apunta que dar el paso fue muy duro desde el punto de vista social. “Si viviese en una ciudad o un pueblo grande quizás lo fuese menos, pero en una aldea... Traté de mantenerlo escondido por el qué dirán los vecinos”.

Su caso acabó en los juzgados, y su exmarido salió absuelto. La mujer afirma que ella misma prefirió no seguir hasta el final para ahorrarle al hijo -entonces menor de edad- el mal trago de tener que declarar ante un tribunal.

Dos amigos, con el puente de la desembocadura del río Umia al fondo Iñaki Abella

Hoy, casi dos décadas después de aquello, María del Carmen Torres considera que las víctimas de violencia de género están mucho más protegidas por la sociedad, si bien cree que, “la justicia va muy lenta”, y que la legislación es aún demasiado laxa con los agresores. “Conozco el caso de una mujer que tiene al hombre que le pegaba a 200 metros de casa. Al principio le habían impuesto una orden de alejamiento, pero pasó el tiempo y ahora el juez dice que ya no hay peligro”. En su opinión, los castigos deberían ser ejemplarizantes, y aboga por imponer la prisión permanente revisable a quienes maten a sus parejas o sus hijos.

Actividades del 25-N

La “andaina” de ayer fue una de las primeras actividades del 25-N de este año. Partió del puente de Castrelo, y los participantes subieron por un sendero paralelo al río Umia hasta el puente de Cabanelas, donde tomaron un avituallamiento con agua, manzanas y plátanos. Después, dieron la vuelta, para regresar a Castrelo.

La caminata constó de diez kilómetros, que los participantes hicieron en unas dos horas y media. El padrino de la actividad fue el actor cambadés Ademar Silvoso, que solicitó la colaboración económica con Esmar -cada asistente entregaba un donativo de al menos cinco euros-, para ayudar a las víctimas de la violencia machista. Colaboraron con el evento los ayuntamientos de Cambados y Ribadumia.

“Se necesitan pisos de acogida más próximos a O Salnés”

La asociación Esmar fue el primer colectivo ajeno a las administraciones en solicitar para O Salnés un Punto de Encuentro familiar, un lugar donde los padres separados y con la custodia de los hijos compartida puedan entregar a los menores al otro progenitor. Ahora, Soledad Cores también llama la atención sobre la necesidad de que haya más pisos de acogida para víctimas de malos tratos en O Salnés. “Hemos visitado a mujeres en Vigo y Santiago. Es muy lejos para una mujer que no pueda irse de aquí por trabajo u otro motivo”.

En lo que se refiere al Punto de Encuentro familiar, el más próximo a la comarca arousana es el de Pontevedra. Los ayuntamientos de Vilagarcía y Cambados y la Mancomunidade do Salnés se lo solicitaron en su momento a la Xunta de Galicia, pero esta reivindicación no prosperó. La presidenta comarcal, y la concelleira de Servicios Sociais de Vilagarcía, Marta Giráldez y Tania García, respectivamente, han manifestado esta semana a preguntas de FARO que volverán a insistir ante la Consellería de Política Social en la necesidad de habilitar este servicio en O Salnés.

Recuerdan que a menudo las víctimas de malos tratos se encuentran en una situación económica difícil, y que los desplazamientos a Pontevedra les suponen un gasto a mayores. También advierten del trastorno emocional y la pérdida de tiempo que estos viajes suponen para los niños, al hipotecarles dos tardes a la semana.


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