El Plan Integrado de Emprego que organiza la Mancomunidade continúa siendo un referente en formación, pero también en inserción laboral. El que ahora termina, después de un año de cursos y orientación laboral, contaba con un centenar de alumnos, de los que 91 ya han encontrado un puesto de trabajo, la mayor parte de ellos, en nuevos nichos de mercado gracias a los análisis del mercado laboral que realizan los técnicos del ente.

En estos momentos, apuntaba ayer el gerente de la Mancomunidade, Ramón Guinarte, “tenemos alumnos trabajando en el norte de Europa, revisando palas eólicas con cámaras térmicas o en la propia comarca vigilando que no se registren actos de furtivismo en las bateas”.

Una de las cuestiones que más se valora en la formación del Plan Integrado de Emprego es el perfil que acaba generando el propio alumno con los cursos que elige. Así, el Plan ha ofrecido este año un total de 27 cursos de formación y cada alumno ha participado en una media de once lo que los convierte en un perfil muy atractivo para las empresas. “El alumno que pasa por el Plan Integrado de Emprego es una persona que tiene conocimientos de contabilidad, de informática base y técnicas de venta, pero a mayores conoce cuestiones de digitalización o de marketing digital lo que ofrece un perfil profesional muy amplio y con mucha ventaja competitiva a la hora de acceder a un puesto de trabajo”, explica Guinarte.

En la jornada de ayer, se presentó el último de los cursos, el de impresión 3D, celebrado en la casa da cultura de Ribadumia. En él, los alumnos llegaron a escanearse a si mismos y realizar una impresión a escala. También hicieron una impresión cilíndrica de todo el equipo de la Mancomunidade, como si fuese una lámpara, de una fotografía.

El Plan de Emprego que está a punto de finalizar -lo hará la próxima semana- es el noveno que organiza la Mancomunidade y el que mayor puntuación alcanzó en Galicia. Los técnicos de la Mancomunidade ya están trabajando en un nuevo proyecto, el décimo que organizará el ente comarcal, en el que se van a introducir aspectos muy innovadores. “Aunque está contemplada la inclusión de nuevos cursos vinculados a las nuevas tecnologías, mantendremos la esencia del Plan de Emprego, la de combinar el uso de las nuevas tecnologías con los sectores tradicionales, como es el caso de la soldadura”. De hecho, Guinarte usa como ejemplo la gran cantidad de alumnos que están trabajando en el sector eólico porque “saben manejar drones, pero también hacer trabajos en altura o utilizar el poliéster para reparar un aspa de los molinos de viento gracias a los cursos que impartimos, de entre 50 y 80 horas aproximadamente”.