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Ola de indignación en las redes contra los patinetes eléctricos en Vilagarcía

En esta imagen de archivo se puede ver que los patinetes ya eran populares antes del COVID. Iñaki Abella

Luego de que un padre de Vilagarcía, tras contar a FARO DE VIGO lo sucedido, colgase en su muro de Facebook que casi atropellan a su hijo de dos años en la peatonal Rey Daviña de Vilagarcía con un patinete eléctrico, vio como las olas de indignación y respaldo de sus vecinos se sucedían en los comentarios de su publicación. Fueron muchos los comentarios que se mostraron críticos por la gestión que el Concello y la Policía Local están haciendo de este problema que les afecta en su día a día.

Lamentan los usuarios de esta red social que hicieron comentarios a la publicación de este vecino que “hasta que no pase algo grave no van a hacer nada”. Una de las seguidoras, que asegura ser camarera, afirma que a diario, cuando sale a la terraza para servir alguna consumición, se ve obligada a mirar “a un lado y a otro, como si fuera a cruzar la carretera”, pues tiene miedo a recibir algún susto de un patinete como los que ya se tiene llevado, por lo que dice. Se repite la idea entre estos vilagarcianos de que cada vez son más los patinetes que plagan las aceras, “en lugar de la carretera, que es por donde tienen que ir”.

Critican que “tanto peatonalizar calles para permitir luego que por ellas circulen patinetes a la velocidad que les apetezca”. Pide, en concreto la internauta que hace esta reflexión, que los propios integrantes del gobierno municipal se lo piensen dos veces a la hora de hacer las obras y a dirigir a los agentes “porque esto es un sinsentido”. Otra usuaria, también como reacción a la publicación de denuncia de este padre, afirma que “lo que hay que analizar es lo que está pasando en el Ayuntamiento”. Insinúa en líneas posteriores que los servicios públicos son mejorables, y se queja de algunos departamentos municipales que actúan solo cuando es urgente.

Al clamor de las redes se une al de las calles, pues no es la primera vez que FARO DE VIGO recoge testimonios de vilagarcianos de toda clase por el descontrolado uso de los patinetes eléctricos por las zonas peatonales de la ciudad. Su lugar, según la ley, son las calzadas urbanas, no las aceras ni los paseos peatonales

Una de las testigos

Se ha manifestado también en el muro del padre de un niño de dos años una de las personas presentes durante el incidente. “Me volví a cruzar a esos dos chavales por el mismo sitio dos veces más”, afirma la testigo, insinuando que esos dos muchachos no se mostraban muy arrepentidos de emplear las zonas peatonales para atajar. Reconoce que comentó con sus acompañantes en el momento de los hechos que algo hay que hacer, porque de lo contrario “hasta que pase algo grave, aquí, nadie va a hacer nada”. Apela la vecina testigo a la inacción para frenar esta anarquía en la que por lo que se lee entre líneas poco se ha hecho en los últimos tiempos para salvaguardar la integridad física y para asegurar un relajado paseo a los vilagarcianos por sus propias calles. O eso, al menos, manifiestan los vecinos desde hace tiempo.

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