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El interior del municipio de Meis concentra de nuevo las zonas más cálidas de O Salnés

Aspecto que presentaba ayer la playa de Area da Secada, en A Illa. | // NOÉ PARGA

Los termómetros superaron ayer el umbral de los 30 grados centígrados en muchos puntos de la comarca en el inicio de la ola de calor que afectará durante los próximos días a buena parte de la península Ibérica. Y una vez más, las temperaturas más altas de O Salnés se registraron en la zona interior del municipio de Meis.

Esto se debe a la proximidad del monte Castrove, que dificulta el paso de las corrientes más frescas procedentes del mar, según explica el profesor Hernando Martínez Chantada, uno de los colaboradores en activo más veteranos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La agencia gallega, Meteogalicia, posee nueve estaciones de medición en O Salnés. Paradójicamente, durante la jornada de ayer en ninguna de ellas se superaron los 30 grados, según el informe diario publicado a última hora de la tarde. Sin embargo, la sensación térmica en toda la comarca ha sido de mucho calor, debido en gran medida a la altísima humedad relativa, que llegó a ser del 97 por ciento en A Lanzada o Pé Redondo (Meis), y que en Torrequintáns (también en Meis) marcó un 96%.

El termómetro de la farmacia de Corón (Vilanova) marcó 31 grados en torno a la una de la tarde de ayer Noé Parga

El mercurio no pasó de los 30 grados en las estaciones controladas por Meteogalicia, y las máximas se situaron entre los 26 grados de Corón (en un ambiente más fresco por la proximidad del mar) y los 28 de las localizaciones más interiores, como Torrequintáns, que marcó el pico de la jornada. En Pé Redondo o Armenteira (ambas también de Meis) se alcanzaron los 27 grados centígrados.

Se registró una variación mayor en el caso de las temperaturas mínimas, las nocturnas, y que en muchos casos pueden ser incluso más difíciles de sobrellevar que las diurnas. Así, en las estaciones dependientes de la Xunta se osciló entre los relativamente frescos 12,5 grados de Barrantes o Armenteira, y los 16 de Corón o Pé Redondo.

Han sido, en todo caso, temperaturas más que suficientes para que miles de personas abarrotasen durante la jornada las playas, buscando refrescarse en el agua del mar.

Hernando Martínez Chantada, que colabora con la Aemet desde los años 80 del siglo pasado, plantea que incluso en un territorio pequeño como puede ser O Salnés se producen matices climáticos entre unos concellos y los demás, debido a su orografía.

Hernando Martínez Chantada, en su estación meteorológica de Ribadumia Iñaki Abella

A modo de ejemplo, explica que la Aemet cuenta con cuatro estaciones en O Salnés y que en una ocasión, durante un temporal, la de Ribadumia recogió en un día 50 litros por metro cuadrado y la de San Salvador de Meis, situada a pocos kilómetros de distancia, contabilizó el triple, 150 litros por metro.

Hernando Martínez Chantada sostiene que el conocimiento de estas mínimas diferencias entre municipios vecinos es más relevante de lo que puede parecer. Puede ayudar, por ejemplo, a elegir el mejor lugar para plantar albariño o a dimensionar las infraestructuras.

Sobre esto, el colaborador de la Aemet cuenta que hace unos años los ingenieros habilitaron unos tubos de desagüe en la Autovía do Salnés, pero que pronto se descubrió que tenían un diámetro insuficiente. Una consulta meteorológica previa podría haber evitado tener que levantar las canalizaciones para colocar otras de más diámetro.

Chantada: “Las plantaciones de olivos son un síntoma del cambio climático”

El comité internacional de expertos que asesora a la ONU en relación al cambio climático conmocionó al mundo esta semana con un demoledor informe sobre el calentamiento global. Hernando Martínez Chantada plantea que, “no se trata de creer o no creer en el cambio climático”. “La ciencia ya ha demostrado con datos que se está produciendo”.

Para el profesor, sobran los síntomas de este grave problema, como serían los devastadores incendios que se están produciendo en varios países o los fenómenos meteorológicos extremos. Pero señala que ni siquiera hace falta irse lejos para apreciar “síntomas” del calentamiento global. Incluso en O Salnés pueden detectarse en el tipo de cultivos.

A modo de ejemplo, cita que cada vez hay más interés por plantar olivos, una especie que hasta no hace muchos años era exclusiva de las regiones con clima mediterráneo, y que por el noroeste tenía su frontera en la provincia de Ourense. “La extensión de la viticultura en O Salnés ya es algo más que un síntoma”, señala Chantada, que en los años 80 fue uno de los impulsores de la cooperativa Martín Códax.

A este respecto, recuerda que el viñedo se desarrolla muy bien en condiciones meteorológicas cálidas y secas, y apela al crecimiento de las plantaciones de albariño en la comarca arousana, hasta el extremo de que, “empieza a convertirse en un monocultivo”. De todos modos, Chantada también recuerda que dentro de los ciclos climáticos, “no todos los años son iguales”.

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