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Compañeros en la vida y en la cancha

Padre e hijo en Fontecarmoa. | // Iñaki Abella

Existen momentos en los que el deporte ofrece capítulos excepcionales y el que se vivió en la tarde del pasado domingo en Narón fue uno de ellos. Allí jugaba el Sigaltec el último partido de la liga regular de Primera División Autonómica cuando en el segundo cuarto se produjo la singular circunstancia de que un padre y un hijo compartieron cancha defendiendo los mismos colores. Los de un equipo vilagarciano que el próximo fin de semana se jugará la posibilidad de ascender a Liga EBA, la cuarta categoría del baloncesto nacional.

Con el paso del tiempo seremos más conscientes del momento que hemos vivido

Patricio Serqueira Keenehan - Jugador del Sigaltec

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Patricio Serqueira Keenehan es el nombre del padre, pero también el de su hijo. Entre ambos 31 años de diferencia que se ven reducidos a la nada cuando el baloncesto aparece por medio. Ambos son compañeros de equipo y hace escasos días compartieron emociones, sentimientos y ambiciones sobre una pista. No era un partido cualquiera y ambos lo sabían tratando de disfrutarlo al máximo. “Con el paso del tiempo seremos más conscientes del momento que hemos vivido”, apuntaba el progenitor.

Patricio Serqueira en su etapa como jugador del Inelga con su hijo, ahora compañero de equipo, en brazos. Iñaki Abella

El padre en brazos de su hijo en el mismo lugar de Fontecarmoa donde se había hecho la foto 17 años antes. Iñaki Abella

A la hora de hablar de su padre como compañero, el escolta todavía en edad júnior, Patricio Serqueira Álvarez tiene claro que “es un motivador nato. Aporta liderazgo, capitanía y experiencia y en un equipo joven sabe jugar muy bien su papel. Nos ayuda a todos”.

Me alegré muchísimo. Lo primero que hice fue acercarme a mi padre y decirle: ¡Vamos a jugar juntos!

Patricio Serqueira Álvarez - Jugador del Sigaltec

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Fue el pasado viernes cuando Luis Gabín, entrenador del Sigaltec, le comunicó su convocatoria con el equipo sénior o lo que es lo mismo, convertirse de facto en compañero de su propio padre. Reconoce el joven que “me alegré muchísimo. Lo primero que hice fue acercarme a mi padre y decirle: ¡Vamos a jugar juntos!. El baloncesto es un lugar en el que siempre me sentí feliz pero el jugar por primera vez con mi padre es algo que nunca olvidaré”.

A sus 49 años, un emocionado Patricio Serqueira señalaba que “la experiencia fue muy bonita. En el calentamiento me fijé en él y fue una sensación de alegría y de orgullo. Además estaba muy tranquilo y verle con esa pasión por el juego y por crecer como deportista es lo que más me gusta y tengo la suerte de disfrutarlo junto a él”.

Padre e hijo en el pabellón de Narón al término de un partido que nunca podrán olvidar.

Miembro de las mejores épocas del Inelga BBC, campeón de Liga EBA en varias ocasiones a comienzos de siglo, el base apunta que “nos parecemos muy poco como jugadores. Patri es mucho más sereno que yo a la hora de tomar decisiones en la cancha, pero también es mucho mejor tirador”, a lo que añade entre risas que “compañeros sí, pero no estoy dispuesto a darle el relevo todavía”.

Ambos jugadores durante un momento de su primer partido como compañeros de equipo.

Las felicitaciones recibidas no han sido pocas por el lujo que supone compartir cancha padre e hijo y además con victoria para el equipo. Ahí es nada.

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