A Illa permanece a la espera del destino de las casas modernistas

Las casas modernistas se inauguraron el pasado mes de septiembre.

Las casas modernistas se inauguraron el pasado mes de septiembre. / Iñaki Abella

A. G.

El pasado mes de septiembre, las puertas de las casas modernistas de A Illa se abrían para una inauguración que contó con la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. El ente había financiado la remodelación de tres joyas arquitectónicas que habían esperado demasiado tiempo para recuperar su esplendor. Sin embargo, desde aquel lejano 30 de septiembre, las tres viviendas (Dona Tomasa, O Campaneiro y Goday) permanecen cerradas a cal y canto, sin ser accesibles para los vecinos.

Así lo entiende el Partido Popular de A Illa, cuyo portavoz, Juan José González Vázquez, lamenta que “sigan con la puerta cerrada cuando presumían de que iban a convertirse en un punto de encuentro de todos los vecinos pero, en estos momentos, desde la inauguración a todo trapo, solo sabemos que la biblioteca se va a trasladar algún día allí”.

El conservador censura que, desde que se finalizó la obra, el grupo de gobierno “no ha tenido ningún tipo de contacto con nosotros para explicarnos qué tipo de proyecto tienen para las casas, si solo van a ser una biblioteca y un hogar del jubilado, si tienen previsto un proyecto más amplio, qué tipo de contenidos se van a incluir en el futuro, si van a ser permanentes o temporales, ..., nada se nos ha comunicado al respecto”.

Tiempo quejándose

De todas formas, esta manera de actuar es algo de lo que los conservadores llevan mucho tiempo quejándose, de que “no se cuenta absolutamente para nada con nosotros, ni siquiera para redactar los presupuestos y aportar ideas para mejorar el municipio; tan solo cuando planteamos algo se nos dice que ya se había pensado en eso, pero nunca se lleva a cabo por parte del gobierno”.

Los conservadores ya se quejaron en su día de las sucesivas prórrogas que se le concedió a la empresa que ejecutó la remodelación de las viviendas modernistas de la calle Bradomín. “Se le advirtió en pleno al grupo de gobierno, cuando se aprobó la primera de las prórrogas, que no iba a ser la última, y acabamos aprobando dos más sin que se penalizase a la empresa, que una de las mejoras que ofrecía era el tiempo de ejecución”, explica González.

Las casas modernistas de A Illa de Arousa son tres edificios que representan el antiguo esplendor de la industria conservera en el pequeño municipio arousano, ya que pertenecieron a propietarios de fábricas. La de Goday, donde se ubicará la biblioteca, fue adquirida por el Concello a través de un convenio urbanístico con los herederos, mientras que las dos viviendas restantes fueron adquiridas tras comprarlas con un crédito solicitado a la caja de anticipos de la Diputación.

La intención era proceder a su inmediata recuperación, pero esta se fue dilatando en el tiempo, mientras las casas se iban deteriorando lentamente. Finalmente, en 2018 se dio luz verde a las obras de rehabilitación que culminaron, en un primer momento, el pasado mes de septiembre y que ahora está pendiente del mobiliario.

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