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Los vecinos de Vilanova salen en apoyo del sacristán investigado por presuntos hurtos en la iglesia

Algunos de los vecinos asistentes al acto. | // CEDIDA

Un grupo de unos cincuenta vecinos se apostó a mediodía de ayer, domingo, frente a la Casa Consistorial de Vilanova y luego frente al bar que regenta el sacristán de la localidad para mostrarle su apoyo directo tras la investigación abierta la pasada semana por el Juzgado de Instrucción 1 de Vilagarcía por un presunto delito de apropiación indebida.

“Miguel, amigo, el pueblo está contigo”, fue el eslogan que los concentrados gritaron en solidaridad con el sacristán, en cuya vivienda y en otro piso de la localidad se hallaron valiosas joyas de la iglesia como candelabros de plata, cálices de oro o vestimentas y dinero procedente de la iglesia de San Cipriano.

Se da la circunstancia de que el sacristán era la mano derecha del anterior párroco Antonio Sineiro, “Tucho”, fallecido en agosto del pasado año, quien le había confiado la custodia de varios objetos de valor con el fin de salvarlos de la acción de los amigos de lo ajeno. En la localidad se recuerda que hubo al menos dos robos en la iglesia y también en la casa del sacerdote.

Los vecinos argumentan que el cura Antonio Sineiro le pidió al sacristán que guardase los objetos en su casa

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Pero a la vez, la muerte de su “mentor” supuso que perdiera la confianza de sus sucesores a quienes se atribuye la denuncia para recuperar de inmediato los bienes de culto que fueron localizados en las viviendas particulares del antiguo ayudante religioso. El pasado miércoles se registró el momento más crítico, cuando agentes de la Guardia Civil, especializados en la protección del patrimonio histórico, se presentaron en Vilanova y procedieron al registro en la propia iglesia además de en las dos casas que tiene el sacristán en la localidad.

Petición de feligreses

Los agentes acudieron, al parecer, a raíz de la denuncia de unos feligreses que observaron “maniobras” que consideraron extrañas con los cepillos de las limosnas y también en las cuentas y dinero de la iglesia.

Por este motivo, los agentes tomaron declaración al sacristán respecto a la posesión de los objetos de culto en sus propiedades, muchos de enorme valor histórico y elevado precio.

El atestado correspondiente se envió al juzgado instructor de Vilagarcía y el investigado quedó en libertad, como han confirmado vecinos que el pasado viernes le vieron en la localidad con su coche a las cuatro de la tarde.

La detención del sacristán causó estupor entre los feligreses de San Cipriano.

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