La actual no es buena época para el mejillón, ya que los pedidos tienden a reducirse. Aún así, la ausencia generalizada de biotoxinas facilita la labor de los bateeiros, que siguen descargando para el mercado nacional e internacional.
Son pedidos, sobre todo, para fresco, es decir, para las firmas depuradoras. En los últimos días, por ejemplo, se hicieron este tipo de descargas en el muelle grovense de Porto Meloxo.
Actualmente solo hay cerrados cuatro polígonos bateeiros en la ría de Pontevedra y uno en la de Muros-Noia, por lo que quedan 45 disponibles en Galicia; una veintena de ellos situados en Arousa.