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El nuevo contrato de la basura de Meis incluye cambiar el 80% de los contenedores

La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, en un acto de la Mancomunidade do Salnés Iñaki Abella

El pleno de la corporación de Meis aprobó ayer con los votos a favor del PSOE y las abstenciones del edil del BNG y los tres del PP que asistieron al pleno los pliegos del nuevo concurso de recogida de la basura. La alcaldesa, Marta Giráldez, plantea que se trata de un contrato “muy ambicioso”, puesto que intentará mejorar ostensiblemente un servicio que a día de hoy, “causa quejas de los vecinos todos los días, es un sinvivir”.

Los pliegos contemplan un contrato de diez años, ampliables en uno más, y se realiza, “una apuesta muy importante por el compostaje”, prosigue Marta Giráldez, puesto que se crearán tres islas de compostaje comunitario, y se repartirán unos 800 depósitos domésticos.

La adjudicación contempla asimismo la renovación del 80 por ciento de los contenedores de la recogida de residuos sólidos urbanos (los verdes), si bien ese porcentaje incluso podría incrementarse si las empresas ofrecen mejoras en sus ofertas. “También se mejora la frecuencia de la recogida y del lavado de contenedores, y se cambia de camión”, prosigue la alcaldesa. El importe del contrato asciende a unos 330.000 euros anuales.

La aprobación de los pliegos en el pleno del viernes por la noche pone fin a una situación rocambolesca, que se inició unos meses antes de las elecciones municipales de 2019. El Ayuntamiento de Meis tenía mancomunado el servicio de recogida con los de Cambados y Vilanova, pero el entonces alcalde, José Luis Pérez, decidió abandonar esa fórmula, y estableció que Meis dispusiese de un servicio en solitario. Eso sí, mantuvo la relación con la empresa Concellos Galegos -heredera de la antigua Celta Prix, que quebró hace unos años-, y se puso a preparar los pliegos para una nueva adjudicación.

Abandonan el pleno

El grupo de gobierno del “popular” José Luis Pérez llevó el contrato a pleno cuando ya estaba en funciones y a falta solo de una semana para las elecciones municipales. Indignados ante esta maniobra, los concejales del PSOE y el BNG abandonaron el pleno, por lo que el PP aprobó en solitario el concurso. Pero luego se celebraron las elecciones, y el PP perdió la mayoría absoluta.

De modo que en noviembre de 2019, el PSOE tumbó las condiciones aprobadas en el pleno de mayo, al entender que eran una auténtica chapuza. Se habían presentado dos empresas, pero ni siquiera se molestaron en recurrir la decisión del nuevo Concello.

Así que el gobierno municipal socialista se puso a trabajar en unos nuevos pliegos, que son los que aprobaron anteayer. “Las razones de por qué se salió de la Mancomunidade habría que preguntárselas al anterior alcalde -remachó Marta Giráldez-. Porque el servicio le salía más caro al Concello en solitario que compartiéndolo con Cambados y Vilanova, y total, que se lo dejó a la misma empresa”.

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