A pesar de los sabotajes de que fueron objeto en los últimos años y de los efectos de la pandemia por COVID, los investigadores gallegos siguen dando importantes pasos de relevancia internacional dirigidos a mejorar la producción de especies de bivalvos, peces, moluscos, algas y cefalópodos de interés comercial.
El mejor ejemplo de ello es la intensa búsqueda de estirpes de berberecho resistentes a las enfermedades; una selección genética que se enfoca, sobre todo, a obtener individuos inmunizados frente a una amenaza tan preocupante como la que genera el parásito Marteilia cochilia.
Se hace así en el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de Corón (Vilanova de Arousa), dependiente de la Consellería do Mar y considerado un organismo puntero a nivel científico.
En 2020 ha vuelto a demostrarlo, ya que ha conseguido importantes avances tanto en la lucha contra la “marteiliosis” como en otros proyectos de interés para el conjunto del sector pesquero, marisquero y acuícola de Galicia, incluido el seguimiento y detección de las toxinas emergentes.
Un balance analizado en el Consello da Xunta
Así consta en el informe que, a modo de balance del pasado ejercicio se elevó ayer al Consello da Xunta. Un documento en el que se explica que el CIMA desarrolló un total de 18 acciones de investigación –12 de ellas ya finalizadas– tendentes a mejorar la gestión pesquera en la comunidad.
Algunas se realizaron en el marco de acuerdos de colaboración con las tres universidades gallegas u organizaciones empresariales como la patronal del sector transformador de los productos del mar, Anfaco-Cecopesca.
Proyecto Croquedous
De entre todas las terminadas destacó, como queda dicho, el trabajo centrado en la búsqueda de una estirpe de berberecho resistente a la “marteiliosis”, lo cual se hizo posible al abrigo del proyecto Croquedous.
Después de los notables avances experimentados en años precedentes, y a pesar del robo de berberechos que estaban siendo estudiados para, precisamente, seleccionar la mejor estirpe, el CIMA ha sabido reponerse y seguir mejorando en la investigación.
Prueba de ello es que su trabajo permitió obtener una segunda generación de berberecho común potencialmente resistente a la “marteiliosis”, por lo que Galicia se sitúa en posición de buscar este año una tercera generación “para comprobar si la resistencia a la Marteilia se transmite de generación en generación”, explican en Mar al referirse al proyecto Croquedous.
Colaboración transfronteriza
Hace ya tres años se daba a conocer que científicos gallegos y franceses trabajaban juntos en el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) para concretar las causas que producen la mortandad del berberecho, encontrar el modo de hacerles frente y mejorar la productividad, incluso logrando estirpes resistentes a las enfermedades y que ofrezcan un crecimiento más rápido.
Los científicos franceses, procedentes de la Universidad de Burdeos, analizaban así la situación de los bancos productivos a partir de muestras de berberecho recogidas en las rías de Arousa y Muros-Noia.
Esta colaboración transfronteriza permitía “caracterizar parásitos y bacterias asociadas a los berberechos con el fin de proporcionar información sobre las posibles interacciones entre estos moluscos bivalvos y los microorganismos con los que conviven y la influencia en su salud”.
Se hacía al abrigo del proyecto “Cookles”, coordinado y gestionado a nivel administrativo por el Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar, que científicamente corría a cargo del CIMA.
En el mismo, cabe recordar, participaban España, Portugal, Francia, Irlanda y Reino Unido, que de este modo querían “ahondar en la mejora de la producción de berberecho, con la finalidad de favorecer una industria fuerte, viable y sostenible, con patentes beneficiosas sociales y de biodiversidad”, explicaban en la Consellería do Mar.
Las algas también son estudiadas
No menos importante resulta el trabajo efectuado en cuanto al estudio de las algas, en este caso “para promover protocolos acomodados a las diferentes especies existentes en Galicia y mejorar el rendimiento económico obtenido por su explotación”.
El cambio climático y las toxinas emergentes
Los investigadores dependientes de Mar avanzan en el seguimiento y detección de “especies de microalgas u otros organismos que puedan aparecer por el cambio climático y ser portadoras de toxinas emergentes”.
De este modo, conociéndolas mejor, se pretenden elaborar protocolos que puedan ser de utilidad al Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar).
Tratan así de “anticiparse a los posibles requerimientos normativos” y de “dotar de mayor seguridad al sector mejillonero”, sentencian en el departamento que dirige Rosa Quintana.
La cadelucha preengorda en laboratorio
Al hacer balance del trabajo realizado el año pasado, la Consellería do Mar destaca que los investigadores del CIMA lograron “mantener individuos adultos de cadelucha y obtener semilla” de este bivalvo en condiciones de laboratorio, “lo que permitió desarrollar un protocolo de reproducción, cultivo larvario y preengorde”.
En este caso los avances obtenidos fueron posibles gracias a la acción de investigación Coquina, que facilitará además futuras investigaciones.
Obtención de erizo de mar para ser liberado
A esto se suma el proyecto Ginoumar, el cual “también supuso importantes avances en el cultivo y preengorde de erizo de mar antes de su traslado al mar”.
En este caso concreto, es de destacar que “los investigadores consiguieron criar larvas” de este equinodermo “y llevarlas hasta tamaños superiores a cinco milímetros para su posterior suelta en el medio natural, lo que contribuiría a repoblar el litoral de Galicia de esta especie”, como en su momento se hizo con el rodaballo, el bogavante y otras.
Primera generación de mero de roca o cherna: Un éxito y algo único en Europa
Puesta a analizar los trabajos más destacados de cuantos se han desarrolla en el CIMA, la Consellería do Mar destaca la colaboración mantenida con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo para obtener “la primera generación de individuos de mero de roca o cherna (polyprion americanus) nacidos y criados en cautividad”.
No está de más resaltar que “se trata de una experiencia de éxito única en Europa en esta especie conseguida en el marco de la acción de investigación Cherna”.
La primera generación híbrida de berberechos: Lo nunca visto en el mundo
Pero no es el único logro de repercusión internacional, ya que el trabajo desarrollado por los investigadores gallegos en el CIMA permitió obtener la primera generación híbrida de berberechos comunes (Cerastoderma edule) y berberechos verdes o birollos (Cerastoderma glaucum).
“El objetivp es favorecer una gestión racional y eficiente de los recursos marinos de Galicia, contribuyendo a impulsar la producción marisquera y acuícola mediante el estudio del posible cultivo de nuevas especies y la lucha contra sus patologías”
Se trata de “la única experiencia documentada en el mundo de cruce de estas dos especies en condiciones de criadero”, resalta la Consellería do Mar.
En resumen, que con estas y demás acciones, el CIMA y la propia Consellería do Mar pretenden “favorecer una gestión racional y eficiente de los recursos marinos de Galicia, contribuyendo a impulsar la producción marisquera y acuícola mediante el estudio del posible cultivo de nuevas especies y la lucha contra sus patologías”.
