Media docena de agentes de la Guardia Civil de Tráfico llevaron a cabo durante la tarde de ayer un importante dispositivo de control de seguridad en la carretera que comunica Vilanova con Caleiro. Los guardias dieron el alto a numerosos vehículos que circulaban en ambos sentidos, situándose en la intersección que forman el vial que se dirige hacia la iglesia de Caleiro y el que se dirige a A Molinera.

A consecuencia del control, se procedió a la denuncia de más de media docena de conductores, que fueron sorprendidos al volante con una tasa de alcohol superior a la permitida, o que habrían tomado drogas, según los test indiciarios de consumo de estupefacientes.

La Guardia Civil sabía que ayer iba a ser un día de muchísimo tráfico en las carreteras debido al buen tiempo y la mejoría de la pandemia, de ahí que apostasen por intensos controles de seguridad, para reducir la presencia de conductores bebidos o drogados.