La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) ha podido constatar, a través de la Red de Varamientos de Galicia, y gracias a la colaboración ciudadana, que durante el fin de semana han varado en la costa gallega, al menos, 17 cetáceos.
A buen seguro, otros muchos se habrán visto en la misma situación, aunque no se sepa de ello ni se hayan podido recuperar sus cadáveres.
Entre los que aparecieron muertos en el litoral de las Rías Baixas puede citarse uno, localizado en el municipio arousano de Ribeira, al que alguien quitó parte de su carne.
Era una hembra de delfín común a la que faltaba un buen trozo del lomo, cuidadosamente cortado por algún ser humano.
Una práctica habitual en ciertas regiones del mundo
Por extraño que parezca, esto de quitar los lomos a los cetáceos para su aprovechamiento gastronómico es una práctica habitual en algunas regiones del mundo que, sin embargo, “hace tiempo que no nos encontrábamos en nuestra costa”, reseñan en la Cemma.
Parece que en ocasiones son los pescadores los que aprovechan la carne de los delfines cuando los atrapan accidentalmente en sus redes.
En el mar o cuando ya están en la orilla
Aunque también se ha visto que hay quien quita los lomos al delfín muerto cuando éste aparece varado en tierra firme.
A causa del estado en que se encontraba el cuerpo de esa hembra de delfín localizada en Ribeira, en la Cemma no han podido concretar qué le pasó exactamente.
Un triste balance
Su localización es solo una pequeña parte del triste balance que dejan la sucesión de tormentas que asolan Galicia desde hace semanas y, especialmente, el temporal bautizado como “Justine”, encargado de depositar sobre la arena de diferentes playas y rocas los 17 ejemplares muertos antes aludidos.
Incluso es muy probable que en los próximos días sigan apareciendo más, ya que el intenso oleaje continúa, y cuando es así suele arrojar a la orilla los animales muertos o debilitados, sobre todo delfines mulares y comunes, además de aves pelágicas.
En la Cemma agradecen la ayuda prestada por cuantos alertaron de la presencia de estos cuerpos, así como la colaboración de diferentes agrupaciones de Protección Civil, Policías Locales y agentes medioambientales de la Xunta.
Entre todos, y a través de la citada Red de Varamientos de Galicia, que gestiona la Cemma, es posible recuperar animales cuando están aún con vida, pero también estudiarlos cuando ya están muertos para conocerlos mejor, sobre todo cuando es posible practicarles la necropsia.
