El Concello de Vilagarcía dispondrá en breve de una red de voluntariado social organizada desde las propias dependencias municipales en colaboración con el departamento de Servizos Sociais. Se trata de un proyecto en el que el gobierno local llevaba trabajando hace tiempo, pero que recibió un mayor impulso tras el confinamiento por el coronavirus.
Las concejalas de Benestar Social y de Xuventude e Voluntariado, Tania García y Alba Briones respectivamente, presentaron ayer el borrador del reglamento del voluntariado que será sometido a aprobación por parte de la corporación municipal en el pleno de la próxima semana. Confían en que saldrá adelante sin problemas y ya están preparando la primera convocatoria para la inscripción de personas dispuestas a participar en este programa.
Los primeros objetivos que se plantean son las acciones de carácter social de ayuda a personas mayores y a familias con niños en edad escolar y afectadas por esta pandemia. La actividad estará marcada por las necesidades que se indiquen desde el departamento municipal de Servizos Sociais.
El reglamento de voluntariado establece que podrá participar cualquier persona de vocación solidaria a partir de 16 años (los que no alcancen la mayoría de edad deberán aportar autorización familiar). Los voluntarios deberán residir y estar empadronados en Vilagarcía.
El Concello se compromete a organizar la formación necesaria para que la persona voluntaria realice su labor con todas las garantías y además suscribirá un seguro de responsabilidad civil ante terceros que cubra los riesgos de la actividad que desempeñe. El voluntario también dispondrá de un seguro de accidente y de enfermedad derivados del ejercicio de la actividad solidaria.
Las personas que deseen incorporarse a esta red de actividad solidaria municipal deberán cubrir una instancia ante el departamento de Xuventude e Voluntariado en la que harán constar sus datos personales, formación, profesión y ocupación, y su admisión se realizará en función de los programas existentes en el área social.
En una segunda fase, no se descarta la puesta en marcha de un grupo de voluntariado para la realización de actividades medioambientales.
