El año pasado las lonjas gallegas facturaron 465 millones de euros después de vender 158.167 toneladas de producto. Como parece obvio, teniendo en cuenta la situación sanitaria, en el presente ejercicio no van a alcanzar, ni de lejos, tales cifras. Nadie puede dudar de que está siendo muy diferente a todos los demás, claramente influenciado por el COVID.
Los confinamientos, el cierre del canal Horeca, la caída del turismo, el cese de actividad parcial en muchas cofradías y la caída de precios de algunas especies explican el brusco descenso de ingresos generados en primera venta. De ahí que entre el 1 de enero y el pasado 30 de noviembre se ingresaran “solo” 363 millones de euros tras la comercialización de 142.000 toneladas de mercancía, lo que supone un descenso de 49 millones de euros y 7.000 toneladas respecto a los once primeros meses de 2019.
Ribeira, Muros, Porto do Son, Malpica, Celeiro y Burela, entre las pocas lonjas que igualan o mejoran resultados
Aunque los datos entregados por cofradías y lonjas a la Plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, son todavía provisionales, todo indica que poco variarán y que, finalmente, se confirmará una caída generalizada de ingresos en todas las rías.
Esta es la situación actual en cada una de las zonas, en todos los casos con datos referidos a los once primeros meses del año:
Zona I-Vigo
Las lonjas bañadas por la ría viguesa facturaron ya 96 millones de euros tras comercializar más de 29.000 toneladas de producto, frente a los casi 107 millones de euros y 32.000 toneladas alcanzados entre enero y noviembre de 2019.
Si se comparan estos períodos lonja a lonja, puede decirse que la de Vigo bajó de 31.000 a 28.000 toneladas y de 94 a 87 millones de euros, mientras que Canido bajó de 75 a 27 toneladas.
Por su parte, Cangas facturó este año 2,4 millones de euros por la venta de 209 toneladas, cuando en el anterior habían sido 3,3 millones de euros y 308 toneladas.
El descenso también se nota en Moaña, que pasó de 1,6 millones de euros y 155 toneladas, en 2019, a un millón de euros y 101 toneladas, en los once primeros meses del presente ejercicio.
Igual de llamativa es la caída en Arcade, que pierde un millón de euros y 93 toneladas de producto.
En cuanto a Baiona, baja de 142 a 94 toneladas y en lugar de obtener dos millones de euros tiene que conformarse ahora con uno y medio.
Zona II-Pontevedra
Los puntos de primera venta de la ría pontevedresa consiguieron en lo que va de año cerca de nueve millones de euros después de despachar 2.579 toneladas, frente a los más de trece millones de euros obtenidos en los once primeros meses de 2019 por la venta de 4.259 toneladas de mercancía.
Campelo repite como la lonja con mayores ingresos, tres millones de euros, después de vender 321 toneladas. Lo que ocurre es que el año pasado habían sido cinco millones de euros y 527 toneladas.
Portonovo también repite al frente de la clasificación, en este caso la de volumen vendido, ya que colocó en el mercado 936 toneladas que generaron 1,2 millones de euros; muy lejos de las 2.230 toneladas (2,2 millones de euros) del año pasado.
Por su parte, Marín despachó hasta ahora más de 745 toneladas que reportaron una facturación de dos millones de euros. Lo que sucede es que en 2019 habían sido 768 toneladas y 2,3 millones de euros.
En cuanto a Bueu, este año ingresó ya dos millones de euros (uno menos que el anterior) por la venta de 506 toneladas (137 menos). Para terminar, Pontevedra (Mercado) pasó de 16 toneladas y 230.334 euros en los once primeros meses de 2019 a 11 toneladas y 164.345 euros en el mismo periodo de este año.
Zona III-Arousa
En la ría arousana es Ribeira el puerto con mayor actividad, este año camino de los 36 millones de euros facturados después de vender 27.000 toneladas.
Lo más llamativo es que la suya es una de las pocas lonjas que aguantan el tipo respecto al año anterior, ya que entonces habían sido 26.853 toneladas y 37,7 millones de euros.
La siguiente en facturación, aunque a mucha distancia de Ribeira y notando de forma más acentuada los efectos de la crisis sanitaria, se encuentra Carril. Y eso que aquí la actividad de los parquistas, también durante el confinamiento, ayudó a salvar los muebles en un año tan complicado para el sector como éste. Fueron casi 713 las toneladas vendidas en el puerto carrilexo, por un importe cercano a los siete millones de euros. Lejos aún de las mil toneladas y los más de ocho millones de euros alcanzados en 2019.
A continuación se sitúa Cambados, con 6,3 millones de euros y 945 toneladas. O, lo que es lo mismo, 400.000 euros y 152 toneladas menos que el año anterior.
El descenso también se nota en O Grove, en este caso, sin duda, marcado por el flojo arranque de la campaña del centollo, en lo que a cotizaciones se refiere.
Por estos y otros motivos, el puerto meco tiene que conformarse, de momento, con 5,9 millones de euros y 607 toneladas de mercancía despachadas, cuando en 2019 habían sido, a estas alturas, algo más de siete millones de euros y 713 toneladas.
En cuanto a la lonja de A Illa, se sitúa ahora mismo con cerca de cuatro millones de euros (uno menos) después de vender 594 toneladas (casi cien menos), mientras que Vilanova bajó de 385 a 248 toneladas y de 3,7 a 2,5 millones de euros.
Lo mismo puede decirse de Vilaxoán, este año con 61 toneladas (trece menos) y 634.000 euros (164.000 menos), y de las demás lonjas arousanas, como Rianxo, Aguiño o Cabo de Cruz (Boiro). Entre todas sumaban el pasado día 30 (datos provisionales) algo más de 71 millones de euros y 30.778 toneladas, cuando ente enero y noviembre de 2019 (incluidos) habían sido 82 millones de euros y 32.266 toneladas.
Zona IV-Muros
En la más alta de las Rías Baixas, la de Muros-Noia, el descenso es francamente acusado, con apenas 17 millones de euros este año, frente a los más de 25 millones alcanzados el anterior. Dicho de otro modo, que de vender más de 9.372 toneladas pasaron a colocar en el mercado apenas 7.630.
La clave está en el bloqueo sufrido en la actividad marisquera de Noia, cuya lonja pasó de facturar cerca de 16 millones de euros por la venta de 2.103 toneladas de producto, sobre todo berberecho, a tener que conformarse con 7,8 millones de euros y 1.131 toneladas.
Nada que ver con lo ocurrido en Muros, donde este año incluso vendieron más producto y superaron ligeramente las mil toneladas, cuando el año pasado habían sido 954. La lonja muradana también mantiene una facturación similar, de en torno a los tres millones de euros.
Lo mismo sucede en Porto do Son, cuya lonja pasó de 509 toneladas a las 1.153 del presente ejercicio, subiendo sus ingresos desde los 869.000 a 1.198.000 euros. Se completa la relación en esta ría con Portosín, este año con 4.204 toneladas y cuatro millones de euros; y con la lonja de Esteiro, 47 toneladas y 493.000 euros.
Zona V-Fisterra
En estas aguas, en las que se bañan los puertos de Carnota (Lira), Corcubión y Fisterra, superaron ligeramente los cuatro millones de euros tras vender 757 toneladas, rozando de este modo los registros del año pasado.
El pescado marca la diferencia, con 276 millones de euros
Si al analizar la situación de las lonjas gallegas lo que se tiene en cuenta es el tipo de producto enviado al mercado, puede decirse que los peces se mantienen como los auténticos reyes, pues de las 142.000 toneladas de producto totales subastas en once meses, nada menos que 131.000 corresponden a esta familia. Y eso se nota en los ingresos, ya que el pescado reportó 276 de los 363 millones alcanzados en la comunidad.
Por su parte, los cefalópodos, con 2.787 toneladas, generaron unos ingresos de 16 millones de euros, mientras que las 937 toneladas de crustáceos subastadas permitieron obtener 14 millones de euros.
De lo que no hay duda es de que entre los recursos más importantes para buena parte de las lonjas, sobre todo en las Rías Baixas, están los bivalvos, que en el conjunto de Galicia propiciaron una facturación en lonja de 51 millones, después de la entrega al mercado de casi 5.500 toneladas.
Zona VI-Costa da Morte
En este espacio prácticamente se calcan los resultados globales del ejercicio anterior, con más de nueve millones de euros, e incluso se supera el volumen despachado, rozándose las 6.800 toneladas.
Destacan Camariñas, con 4.030 toneladas (4,2 millones de euros); Malpica, que dispara sus resultados tras superar las 2.345 toneladas y los 3,3 millones de euros; y Laxe, con 289 toneladas (un millón de euros).
Zona VII-Coruña/Ferrol
Con 57 millones de euros obtenidos tras la venta de 30.350 toneladas, esta es una de las zonas más importantes de Galicia en lo que a actividad pesquera se refiere. Aunque sus resultados tampoco tienen nada que ver con los del año anterior, cuando se superaron aquí los 65 millones de euros y se rozaron las 33.000 toneladas.
Lógicamente, la lonja de la ciudad herculina es la más destacada, a pesar de que sufrió las consecuencias de la crisis y bajó de 32.152 a menos de 30.000 toneladas y de 62 a 54 millones de euros. A mucha distancia aparece la lonja de Ferrol, con un millón de euros en ingresos y 165 toneladas vendidas. Más abajo aún están Barallobre, Miño, Mugardos, Pontedeume y Sada.
Zona VIII-Cedeira
Los resultados en Cariño, Cedeira y Espasante arrojan también fuertes caídas, sobre todo en el primer caso. Entre las tres lonjas suman 1.455 toneladas y 5,9 millones de euros, después de que el año anterior fueran más de 2.030 toneladas y casi ocho millones de euros.
Zona IX-Mariña Lucense
Por cuestiones, obvias, al encontrarse aquí las lonjas de Burela y Celeiro, se trata de otra de las zonas fuertes de Galicia, con más de 94 millones de euros y 32.254 toneladas de producto, este año.
Esto supone que A Mariña, en la que también se agrupan O Barqueiro, O Vicedo y Ribadeo, pierde tres millones de euros respecto al ejercicio anterior, a pesar de que esta vez se vendieron 3.000 toneladas más que entonces.
La clave está, precisamente, en Burela, que gana 2.000 toneladas, para situarse por encima de las 18.000, y que aún así baja de 57 a 54 millones de euros; y en Celeiro, que sube desde la 12.280 a las 14.000 toneladas y mantiene una facturación casi idéntica, de 40 millones de euros.
