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Plazas y pescaderías ya notan incremento en el precio del marisco y en los pedidos para congelar

“Cada vez hay más clientes que hacen sus encargos para que se lo enviemos a casa”, alegan las pescantinas. Cigala y nécora rondaban ayer los 40 euros en el mercado de abastos, donde el centollo estaba entre 18 y 25

Un vendedor de la plaza de abastos de Vilagarcía prepara una centolla para una clienta, ayer.

En plena pandemia por COVID, sin saber aún cómo de rigurosas serán las medidas restrictivas de la movilidad, y cuando aún no ha terminado noviembre, la Navidad ya se nota en el ambiente y está en boca de todos. Y no solo por el encendido de los alumbrados, sino también porque cada día que pasa cuesta más llenar la cesta de la compra.

Prueba de que las fiestas empiezan a notarse ya, sobre todo en los bolsillos, son los precios que ciertos mariscos alcanzan ya en pescaderías, supermercados y plazas da abastos, sin duda porque esto también sucede en las lonjas.

Begoña Fidalgo, en su puesto de la plaza. Noé Parga

Como es otro síntoma inequívoco de la inmediatez de fechas tan señaladas el hecho de que en muchos de los puntos de venta no dejen de recibir pedidos de producto susceptible de ser congelado ahora, para disfrutarlo cuando llegue el momento.

Lo cierto es que los envíos se habían multiplicado ya como consecuencia de los confinamientos –ya fueran totales o perimetrales–, detectándose que cada vez son más los ciudadanos de toda España que encargan producto capturado, subastado o vendido en las Rías Baixas.

Rosi Martiñán, una de las vendedoras de la plaza, con un lenguado en la mano. Noé Parga

Lo que sucede es que a esa creciente demanda de producto a domicilio, con la idea de sortear las restricciones provocadas por el confinamiento o bien para celebrar alguna fiesta o efemérides determinada, se suman ahora los envíos propios de las fiestas navideñas.

“Cada vez tenemos más clientes que hacen sus encargos de marisco para que se lo enviemos a sus casas en cualquier momento del año, como también son cada vez más los que prefieren comprarlo ahora, cuando su precio aún no se disparó del todo, para poder congelarlo y servirlo cuando llegue el momento”, explicaban ayer varios vendedores de las plazas de abastos arousanas.

“Ya hay muchos pedidos de marisco para congelar y se están haciendo muchos envíos a fuera de Galicia”

Rosi Martiñán - Vendedora en la plaza de abastos de Vilagarcía

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Los mismos que reconocen que este año tenían “muchas dudas, debido al coronavirus y los confinamientos, ya que hay poca gente en las plazas”.

Pero, sin embargo, están notando que “los pedidos para congelar siguen en aumento, y de hecho algunos ya los atendemos desde hace casi un mes, cuando todo estaba mucho más barato, y desde los primeros días de la campaña del centollo, cuando su precio estaba más bajo que nunca”.

El centollo es, precisamente, la especie que más se encareció en los últimos días, aunque también lo hicieron la nécora, la cigala, el bogavante y otros mariscos, junto con peces tan típicos –y caros– en esta época.

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De compras en la plaza de abastos Manuel Méndez

Para comprobarlo bastaba recorrer ayer la plaza de abastos de Vilagarcía, donde el centollo (macho) se vendía a unos 18 o 20 euros, mientras que la centolla oscilaba entre 22 y 25.

“Tenemos la nécora mediana a 35 euros el kilo y la grande, a 40, mientras que el centollo está entre 20 y 25”, indicaba Peregrina Abad, una de las placeras.

Rosi Martiñán, otra de las vendedoras consultadas, no solo confirmaba que “ya hay muchos pedidos de marisco para congelar” y que “se están haciendo muchos envíos a fuera de Galicia”, sino que daba cuenta de la tendencia alcista de las cotizaciones en lonja, lo cual, irremediablemente, repercute después en los precios que se marcan en los mercados de abastos.

Lubina y rodaballo

En el suyo, por ejemplo, tenía ayer vieira, de la de cinco piezas en kilo, que vendía a 12 euros. Al igual que la cigala, a 30 y 40 euros.

Junto a otros muchos mariscos y cefalópodos, Rosi Martiñán despachaba pescados al alza en esta época, como es el caso de la merluza, a 12 euros; la lubina, a 20; el rodaballo, a 35 euros; y, a 28 euros el kilogramo, tanto besugo como lenguado y rémol (coruxo).

Algunos de los mariscos a la venta en la plaza, ayer. FdV

Camarón y bogavante

Eva Torrado, otra de las vendedoras de la plaza vilagarciana, ratificaba que “a causa de la proximidad de la Navidad, y a pesar de la pandemia, todo subió un montón en las lonjas”, lo cual explica “que la gente ya nos pida marisco para congelar desde hace un mes”.

Tras hacer esta reflexión, la vendedora concretaba que vendía el camarón de 45 a 80 euros, dependiendo del tamaño, y el centollo entre 18 y 25 euros el kilo. Además de cigala, a 30, 40 y45 euros, y bogavante, a 35.

Los bivalvos

A todo esto pueden sumarse especies como el mejillón, a 1,80 y 2 euros el kilo; navaja, a 15 euros; berberecho, a 12; almeja japónica, a 13; y la babosa, a 22 euros.

E incluso cabe citar la volandeira, a siete euros; y la nécora asturiana, a 22 euros el kilo, entre otros productos y precios manejados en la plaza.

Una de las carnicerías de la plaza vilagarciana, ayer. FdV

Los carniceros se reivindican: "El cocido también es para Navidad"

No solo con marisco se llena la cesta de la compra, quien puede hacerlo. Así se encargaban de recordarlo ayer varios carniceros de la plaza vilagarciana. “El cocido también es una buena opción para Navidad”, espetaba uno de ellos.

Lo hacía antes de recordar que “antiguamente era, junto con el bacalao con coliflor, lo que se comía en muchos hogares estas fiestas tan señaladas, pero parece que ahora ya nada es lo mismo si no hay marisco en la mesa”.


Porcino

Para los que barajen esta opción puede decirse que ayer se vendían en la plaza, a 6 euros, tanto la panceta como el espinazo, pies, codillos y chuletas de aguja, de riñonada y de lomo, en el caso del porcino.

Además de costillar, a 6,25, y tocino, a 5 euros.


Vacuno

Respecto a la carne de vacuno, en alguna carnicería vilagarciana se vendía ayer la ternera en canal a 5 euros el kilo, así como solomillo, a 25.

El lomo costaba alrededor de 11 euros, como el redondo, la cadera, babilla, tapa y tapilla.

A 9,50 se despachaban espaldilla, aguja, rabillo y morcillo, mientras que criadillas y riñones costaban unos 6 euros por kilogramo.

La plaza de la verdura y los puestos de fruta, pan, miel y demás se encargaban de completar la variada oferta del mercado de abastos.

Subasta de centollo en la lonja de O Grove, el viernes. Iñaki Abella

Las últimas cotizaciones en las lonjas

El centollo fue el producto que más incrementó su coste en las lonjas durante la última semana. Pero no es, ni mucho menos, el único que empieza a marcar cotizaciones elevadas. Y hay que tener en cuenta que los vendedores del producto final deben añadir los impuestos correspondientes al precio que pagan en la lonja.

Este es un resumen de lo ocurrido en la última subasta, la del viernes:

A Illa

Marcó topes de más de 20 euros para la babosa, casi 37 por la fina y 7,90 por la japónica, situándose el camarón en 89.

Carril

La babosa rozó los 19 euros; la fina superó los 35 y el berberecho se cotizó a más de 13.

Cambados

La fina salió a casi 36 euros, el centollo, a unos 24, y el pulpo, a más de 10 euros.

O Grove

Los topes fueron de 78 euros por el camarón, casi 25 por el centollo, 33 por el bogavante, 15 por el buey, 12 por el choco y 36 euros por la nécora.

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