Los cinco delegados de CIG en el comité de Carsa alcanzaron ayer un preacuerdo con la empresa para aplicar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de dos años a toda la plantilla, compuesta por 149 empleados. El presidente del comité, Roberto Ferreira, asegura que la carrocera se mostró inamovible con respecto a los despidos, que finalmente se ejecutarán 15, todos ellos por “causas productivas y organizativas” y tramitados de forma individual, no en un ERE. Hoy se desconvocará la huelga, que realmente nunca llegó a secundarse al iniciarse un calendario de negociaciones con la compañía.
El encuentro transcurrió en un ambiente muy tenso, puesto que existe una fuerte división entre los delegados de CIG y los de Comisiones Obreras, ya que estos últimos no firmarán el preacuerdo. De hecho los miembros de CIG en el comité han consensuado las condiciones con la empresa al margen de la dirección del sindicato, que abandonó la reunión al considerar los despidos una línea roja, tal y como confirma el secretario comarcal, Xoán Xosé Bouzas, “Tupi”.
Ferreira defiende que él y sus compañeros de CIG en el comité se han hecho eco del sentir de la plantilla después de haber realizado el día anterior cinco pequeñas asambleas con los trabajadores durante los descansos. La plantilla deberá hoy refrendar el preacuerdo para que el ERTE de suspensión entre en vigor el 25 de noviembre, si bien el presidente del comité adelanta que el respaldo será masivo.
El expediente será progresivo, por secciones, sin que la factoría cierre ningún día. Roberto Ferreira explica que entre las mejoras de las condiciones figuran el mantenimiento de las prejubilaciones (quedan siete trabajadores con posibilidad de acogerse al retiro anticipado en el periodo del ERTE) y la garantía de que no habrá ningún despido en estos dos años. Al personal denominado “relevado” no le afectará el ERTE.
Cada trabajador podrá estar un máximo de 180 días al año en ERTE. La empresa complementará el 10% de la base de cotización hasta 60 días y el 5% entre 61 y 90. “Calculamos que cada uno de nosotros no estará más de 60 y pico días en ERTE”, concluye el delegado de CIG.
Una hora menos al día a cambio de mantener todos los empleos
Durante la negociación, Carsa puso sobre la mesa la posibilidad de no efectuar ningún despido siempre que toda la plantilla (149 trabajadores) redujese su jornada -y sueldo- en una hora diaria, pero la asamblea tumbó esta posibilidad por 10 votos (78 frente a 68). Desde el comité señalan que los despidos y el ERTE se aplican por una reducción de la actividad. De hecho los 56 empleados eventuales dejaron de trabajar en la factoría el 31 de octubre. Al igual que los despedidos, serán incluidos en una bolsa de empleo para recurrir a ella en caso de que la producción remonte.
