Algunos hoteles y restaurantes de O Grove han cerrado ya sus puertas en lugar de esperar a finales de año o principios del que viene. Lo hicieron porque con la Festa do Marisco cancelada, mantenerlos operativos solo conllevaría gastos y pérdidas.

Entre los que siguen en funcionamiento los hay que aguantarán esta primera quincena, tratando de sacar el máximo partido posible al puente del Pilar, cuando se llevarán a cabo algunas acciones impulsadas por el propio sector, sobre todo a través de la asociación Emgrobes, impulsora cada año de diferentes talleres de cocina.

Precisamente en relación con la realización de eventos alternativos, que sirvan para mitigar la pérdida de la Festa do Marisco, hay empresarios que se muestran muy molestos con el Concello.

A su juicio, "aunque se suspendiera la fiesta, ya que con la pandemia era inviable, podrían mantener algunas de sus actividades, e incluso habría sido necesaria una campaña especial de promoción para atraer gente a nuestros hoteles y restaurantes".

Sugieren que aún sin las carpas instaladas y sin las cocinas encendidas en O Corgo, "con una buena promoción podría haberse atraído a muchos visitantes, animándolos a disfrutar de nuestra gastronomía dentro de los diferentes establecimientos, lo cual, independientemente de que coman en el recinto ferial, es algo que también hacen muchos de los que se acercan a O Grove para asistir a cada Festa do Marisco".