La conselleira de Mar, Rosa Quintana, clarificó ayer en el Parlamento que la Xunta tiene previsto reinvertir en el sector marítimo-pesquero el importe sobrante de las ayudas destinadas a las mariscadoras a pie que se vieron afectadas por el cese temporal de la actividad como consecuencia de la alerta sanitaria por el coronavirus. Así lo establece la normativa europea que especifica que el destino de las cantidades del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca deben ir destinadas a este fin.
Esta obligación legal fue refrendada por la aprobación de una proposición no de ley en la pasada sesión de la Comisión 8ª de Pesca y Marisqueo.
Además, Quintana clarificó distintas cuestiones relacionadas con las ayudas al marisqueo tras la alerta sanitaria. Así, en relación a las del Gobierno central, explicó que "las supuestas ayudas generadas por el Instituto Social de la Marina (ISM) son, en realidad, prestaciones por cese de actividad", es decir, un derecho de las personas trabajadoras que cotizan al Régimen Especial del Mar.
Quintana también recordó que las ayudas estatales dirigidas a los buques y tripulantes que paralizaron temporalmente la actividad incluyen al marisqueo a flote, pero no al de a pie. Ese fue el motivo porque en la Xunta "comenzamos a trabajar, desde el primer momento, para que el marisqueo a pie entrase en las ayudas del FEMP y para acceder al cese de actividad" con el objetivo de conseguir generar rentas directas y proporcionales a los ingresos de las mariscadoras.
La conselleira recordó que la Xunta puso más de cinco millones de euros a disposición de as mariscadoras que no pudieron beneficiarse de la prestación por el cese de actividad. Esta cuantía está incluida en el plan Avantemar. En cuanto al importe por día de inactividad, las ayudas oscilaban entre los 57 y los 91 euros en función de que recurso se explotaba, "por encima de los 50 euros diarios que el ejecutivo central pretendía establecer de forma general para este colectivo".
