Cofradías, bateeiros, depuradores, conserveras... el sector del mar inicia estos días una campaña por los ayuntamientos gallegos en busca de apoyos para que el Gobierno central elimine la espada de Damocles que supone para muchas industrias transformadoras que están a orillas del mar el artículo 18.4 del anteproyecto de Ley de Transición Ecológica. El grupo de gobierno y el BNG de Cambados comparecieron ayer públicamente junto a los representantes del sector para explicitarles su apoyo.

La alcaldesa de Cambados, la socialista Fátima Abal, asume que tal y como está redactado el citado artículo 18.4 el sector está sumido en un limbo legal, al no concretarse claramente una diferencia entre las prórrogas de las concesiones ordinarias y las extraordinarias. Esa es la razón de que el grupo de gobierno de Cambados invitase al BNG y a los representantes del sector del mar a consensuar un documento, que es el que se va debatir en el pleno del 30 de julio y que se remitirá al Gobierno central.

Básicamente, lo que se reclama es que se modifique el artículo 18.4, y que, "cuando se haga una normativa nueva se tenga en cuenta al sector mar-industria gallego, debido a las singularidades propias de la costa gallega", apunta Abal.

El presidente de la Asociación Galega de Depuradores (Agade), Roberto Fariña señaló a su vez que lo que se pretende ahora es que el texto consensuado con el gobierno de Cambados se debata en el resto de municipios costeros, tal y como se hizo en su día durante la movilización institucional que siguió a la reforma de la Ley de Costas.

Todos los presentes que tomaron la palabra durante el acto celebrado en el salón de plenos de Cambados insistieron en que la clave para evitar sustos similares en el futuro es que los legisladores consulten a los afectados antes de hacer las leyes, sobre todo cuando sus despachos están a cientos de kilómetros de distancia de la costa.

El abogado Fernando Otero, que compareció en representación de Apromar, manifestó que el sector no se opone a que se hagan modificaciones en la ley de Costas, como con cualquier otra, pero con la condición de que, "se negocie antes con el sector".

Ruperto Costa, que es patrón mayor de Cambados aunque ayer compareció como vicepresidente de la Federación Galega de Confrarias, se quejó a su vez de la falta de "cortesía" del Gobierno central a la hora de plantear las nuevas normas sin siquiera descolgar el teléfono para hablar con los afectados.

"El BNG lleva tiempo pidiendo que cuando se legisle desde Madrid o Bruselas se consulte con los sectores implicados", manifestó a su vez Víctor Caamaño. Roberto Fariña, de Agade, adujo a su vez que, "Galicia no es el Mar Menor", y que la costa gallega tiene unas condiciones tan diferentes y dependientes de la pesca y el marisqueo que, "algo tendrá que decir el pueblo gallego". Desde la asociación de conserveros, Anfaco, se incidió en que la industria del mar tiene una enorme repercusión socioeconómica en Galicia, y el primer teniente de alcalde, Constantino Cordal (Somos Cambados), recordó que el sector del mar, "es un pilar fundamental" de la economía local.