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Mascarillas para mayores, embarazadas y personas de riesgo

Solo quedan en la actualidad doce usuarios a los que el Concello de Vilagarcía, en colaboración con Cruz Roja, buscará una alternativa cuando se cierre el pabellón E La residencia de los Padres Claretianos no llegó a usarse

El Concello de Vilagarcía ha puesto en marcha el reparto de mascarillas para proteger del Covid-19 a las personas más vulnerables del municipio. El material de protección se entrega a vecinos mayores de 65 años, embarazadas y personas con patologías que agravan la incidencia del coronavirus. Estos usuarios podrán recoger las mascarillas FFP2, que son las que proporciona la Administración municipal, en cualquiera de las 13 farmacias del municipio de forma totalmente gratuita. Los mayores de 65 anos deberán presentar el bono personal que les llegará a sus domicilios por correo, y los demás tendrán que presentar la tarjeta sanitaria. Las cartas comenzaron a llegar el martes a las casas y ya se distribuyó entre los establecimientos farmacéuticos la primera partida de material.

El Concello remitió las cartas con los bonos individuales a los 8.218 vecinos de Vilagarcía mayores de 65 años, según consta en los datos del censo municipal. Estos bonos están numerados y son personales, valiendo para ser cambiados en las farmacias por una máscara FFP2 que, como se sabe, es válida para más de un uso.

El resto de la población vulnerable menor de 65 anos, embarazadas y personas con patologías de riesgo (hipertensión, diabetes, problemas cardiovasculares, problemas pulmonares, cáncer y afecciones de inmunodepresión), no recibirán el bono pero podrán dirigirse a las farmacias a recoger una, para lo cual deberán acreditar que pertenecen a estos grupos, aportando la tarjeta sanitaria para que los farmacéuticos puedan comprobar por la medicación recetada, que realmente padece alguna de las afecciones señaladas y controlar que se entrega una por persona.

El Concello dispone de una partida inicial de 10.000 mascarillas para distribuir de forma inmediata entre la población especificada, cantidad que podría ampliarse en caso de ser necesario.

Este material llega en el momento más apropiado, ya que durante el confinamiento, el aislamiento personal reducía los riesgos de contagio. Ahora, con el inicio de la desescalada, los contactos personales se multiplican y hacen necesaria la protección.

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