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La estrategia del nacionalista Xoán Castaño tira por tierra el pacto PSOE-PP

Dimite el alcalde de Catoira y evita someterse a la moción de censura

El ya exregidor ha explicado que no quiere ser un obstáculo en la posible formación de un gobierno entre PSdeG y BNG

El alcalde de Catoira, en el momento de presentar su dimisión. // Noé Parga

El hasta hoy alcalde de Catoria, Xoán Castaño (BNG), ha dimitido este mediodía para, según dijo, no ser obstáculo en la posible formación de un gobierno entre PSdeG y BNG. Estaba previsto que el Ayuntamiento de Catoira (Pontevedra) debatiese hoy en un pleno la moción de censura impulsada por PSOE y PP contra el propio Castaño (BNG), previsto inicialmente para el 17 de marzo pero aplazado por la declaración del estado de alarma por el coronavirus.

Dimite el alcalde de Catoira y se suspende el pleno de la moción de censura

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Sin embargo, dos concejales del PSOE retiraron su apoyo a la moción y como no se cumplían los requisitos para su debate no se celebró el pleno, ya que Iván Caamaño (PP) y Alberto García (PSOE), firmantes de la moción, no acudieron y solo había 5 ediles en el pleno.

Lo que sucedió fue, cuando menos rocambolesco. Xoán Castaño presentó su dimisión como alcalde justo antes de que se celebrara el pleno de la moción de censura presentada por el PSdeG-PSOE y el PP para arrebatarle el bastón de mando.

La estrategia del regidor y el BNG, al que representa, fue brillante, ya que al dimitir gana tiempo y deja como alcaldesa en funciones a su número 2, Mari Paz, al menos hasta que se celebre una sesión de investidura para elegir al nuevo regidor.

Gana tiempo

Pero no solo eso. Presentando su renuncia a las 12.03 horas ante el secretario municipal, Castaño no solo evitó el pleno que iba a celebrarse desde tres minutos antes y que iba a dar el poder a la colación PSOE-PP, sino que arrastró a dos concejales socialistas que habían firmado la moción de censura y en el último instante, para sorpresa e indignación de su cabeza de lista, Alberto García, decidieron no apoyarla.

De este modo, el BNG y los dos socialistas arrepentidos suman cinco ediles en una Corporación de once miembros.

Uno menos

Pero resulta que al PP le falta uno que está pendiente de tomar posesión desde marzo, de ahí que sus dos votos, sumados a los tres que quedaban al PSOE tras la "espantada", no fueran suficientes para sacar adelante la moción de censura.

Así las cosas, ahora habrá que convocar un pleno en el que dar cuenta de la dimisión del alcalde a la Corporación. Cuando esto suceda se marcará un plazo máximo de diez días, en el transcurso del cual deberá convocarse otra sesión para proceder a la investidura del nuevo regidor.

Nueva sesión de investidura

La fórmula será la misma que la empleada en la investidura que se desarrolla tras cada cita con las urnas. Esto supone que cada partido podrá postular al que fue su jefe de filas, o apoyar al que estime conveniente. Salvo los nacionalistas, ya que al dimitir Castaño tendrán que proponer a su número dos.

En ese instante el PP de Iván Caamaño espera disponer ya de sus tres actas, por lo que, sumadas a las tres de que dispone ahora el PSOE de Alberto García, después de la fuga de dos de sus miembros, y siempre y cuando no se le marche nadie más, daría a esta coalición la mayoría absoluta suficiente para desarrollar su estrategia. Y el pacto PSdeG-PP volverá a estar vigente.

Esa estretagia, como estaba previsto cuando se presentó la moción de censura fallida, sitúa a García como regidor durante la primera mitad de lo que reste de mandato, mientras que en la segunda parte del mismo asumirá ese puesto de máximo mandatario el conservador Iván Caamaño.

Para ello, hay que insistir, es fundamental que tome posesión el concejal que falta a los conservadores. La Junta Electoral ya remitió su acta el pasado 13 de marzo, por lo que pudo haber tomado posesión en el pleno telemático celebrado el lunes pasado, y esto ya podría haber garantizado este mediodía la aprobación de la moción de censura.

La maniobra del exregidor

Pero el ya exalcalde, Xoán Castaño, ya había empezado a trazar su estrategia de defensa hace tiempo, por eso evitó incluir la toma de posesión del concejal conservador en esa sesión plenaria previa a la aprobación de la moción de censuras.

Cuando llegue el momento de la nueva sesión de investidura, puede que García, Caamaño y los concejales que tengan disponibles entonces acudan a la sesión con otras siglas, ya que tanto el PP como el PSOE desautorizaron esta moción de censura.

No solo eso, sino que García culpa directamente a los dirigentes socialistas de haberla torpedeado y haber presionado a los dos concejales de su grupo que la boicotearan.

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