El área sanitaria registra 179 casos activos y bajan a la mitad los nuevos contagios

Los casos activos por coronavirus han vuelto a aumentar en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, al registrarse, según el parte oficial emitido ayer al mediodía, un total de 179 personas contagiadas. Se trata de 15 afectados más que en el día anterior, pero hay algo de positivo en este dato, ya que en los últimos días los nuevos casos llegaban a la treintena por jornada y ayer la cifra se redujo a la mitad. De todos modos, los profesionales sanitarios advierten de que el pico de esta pandemia aún está por llegar, por lo que es importante que los ciudadanos continúen extremando los cuidados de higiene y el confinamiento.

De los 179 casos registrados en el área sanitaria, hay 37 ingresados en planta en el Complejo Hospitalario de Pontevedra y 5 en el Hospital Comarcal do Salnés. Ocho pacientes están en la UCI del CHOP, dos más que en la jornada anterior. Los otros 129 pcientes permanecen aislados en sus domicilios, siguiendo las indicaciones de los profesionales sanitarios.

De momento, en el área sanitaria han declarado el fallecimiento de dos personas a causa del Covid-19, pero en Cambados hay preocupación por las personas infectadas por coronavirus que participaron en una comida de quintos en Combarro, especialmente al conocer que uno de los fallecidos del área sanitaria, vecino de Poio, también había acudido a esa cita. De momento, hay dos cambadeses hospitalizados y varias personas más, que habían participado en ese evento, solicitaron información para hacerse las pruebas.

Trabajo a pleno rendimiento

El personal sanitario trabaja a pleno rendimiento en el Hospital Comarcal do Salnés, extremando todas las medidas para evitar la propagación de los contagios. A pesar del buen humor, dedicación y profesionalidad, las horas de trabajo se hacen ahora más complicadas por el miedo a convertirse en otro de los números estadísticos de casos activos por coronavirus.

Una de las enfermeras, que ha preferido mantenerse en el anonimato, reconocía ayer su preocupación no solo por contagiarse, sino por llevarse el virus a su casa. Ella, como muchos de sus compañeros de trabajo con familia, se ha visto obligada a tomar medidas drásticas, dejando a sus hijos al cuidado de familiares e incluso durmiendo en otra habitación para no afectar a su pareja.

En el trabajo, a veces se le saltan las lágrimas cuando alguien habla de su familia e incluso del obligado confinamiento en las casas, pensando en que no está con los suyos y que cuando acaba su jornada laboral, tampoco puede descansar como debería, porque la preocupación del posible contagio siempre está presente.

En cuanto a materiales, la profesional sanitaria comenta que están bastante justos, pero que sí hay mascarillas y guantes. El caso es que ahora, además de ocuparse de atender a los pacientes también tienen que ocuparse de la vigilancia del material, que desaparece como "por arte de magia" si queda a la vista. "Tenemos todo muy justo y debemos controlarlo, porque no podemos permitirnos el lujo de que nos lo lleven" , manifestó.

Por su parte, el colectivo Enfermeras Eventuais en Loita denuncia que el Sergas continúa realizando contratos en precario.

"Se ofrecen contratos de días sueltos en unidades de hospitalización donde se encuentran casos positivos de Covid-19 para después continuar en otras unidades en las que hay pacientes de mayor riesgo, lo que significa que un día estará en contacto con pacientes contagiados y al siguiente en otra unidad del centro sanitario, actuando como potencial vector de transmisión", pone de manifiesto la representante de Enfermeiras Eventuais en Loita.

Otra de las quejas de este colectivo es por la escasez de material de protección para realizar su trabajo.

Mamparas de seguridad

Por otra parte, el área sanitaria de Pontevedra e O Salnés, instaló 116 mamparas de seguridad en los puestos de información y mostradores de los tres centros hospitalarios, los PAC y centros de salud como medida preventiva ante el Covid-19.