Los que residen en una casa o tienen una huerta o un jardín cobran cierta "ventaja" sobre aquellos que residen en los pisos. Aunque hablar de "ventaja" es muy relativo, ya que en algunos casos la carga de trabajo aumenta. Que se lo pregunten al catoirense Fernando Rial, que entre las tareas del hogar, la limpieza de la huerta y el mantenimiento del bar que regenta, en Catoira, casi no tiene tiempo para aburrirse. Por si no fuera suficiente, pasa buena parte del día en el taller, donde se dedica a una de sus grandes aficiones: Tallar madera. Esta actividad le ofrece la dosis de relajación que necesita para superar la cuarentena.