La Guardia Civil procedió a la detención de tres personas y a la identificación de otras cuatro, que figuran en las diligencias judiciales como investigados, en el transcurso de una operación contra el tráfico de drogas desarrollada en O Grove. Se trata de vecinos de esta localidad y Sanxenxo, todos con antecedentes policiales, con edades de entre 30 y 46 años.

Presuntamente, ellos son los principales protagonistas de una red de distribución de estupefacientes desde la antigua residencia de ancianos Santo Ángel, un inmueble abandonado en la calle de la Batalla de Lepanto, en pleno centro urbano meco, que ha sido objeto de polémica en numerosas ocasiones, sobre todo a causa de las peleas entre toxicómanos que se registraban en el edificio y su huerto.

Los vecinos llevaban años denunciando la situación y pidiendo una ayuda que ahora parecen haber conseguido, pues finalmente la Guardia Civil procedió a las detenciones aludidas, además de incautarse de algo más de 1.600 dosis de cocaína, heroína y hachís, junto con 630 euros en efectivo. Además del dinero y las sustancias dispuestas para la venta, se les intervinieron una pistola simulada, libretas con anotaciones, básculas de precisión, ordenadores y teléfonos móviles, apunta el instituto armado.

Pero eso no es todo. También ha salido a relucir, en el marco de la misma operación, que "los principales responsables de este grupo estaban utilizando en el inmueble una conexión fraudulenta con la red eléctrica, sin ninguna autorización ni aparato que controlase el consumo, lo que supuso una defraudación estimativa que podría superar los 2.500 euros".

En el instituto armado bautizaron esta operación con el nombre de "Hortarrio" y la desarrollaron desde mediados del año pasado, participando en la misma efectivos policiales de Sanxenxo, O Grove y Vilagarcía de Arousa.

Los individuos implicados en el tráfico de drogas a mediana escala interceptados por los agentes del instituto armado utilizaban como base de operaciones ese inmueble deshabitado de la Residencia Santo Ángel, y como se explicaba anteriormente, la propia Guardia Civil reconoce que en el mismo eran frecuentes la venta de estupefacientes y las peleas.

Esto, en buena lógica, generaba un ambiente de inseguridad e intranquilidad ciudadana que fue objeto de numerosas quejas por parte de los vecinos, quienes en repetidas ocasiones alertaron de que en dicho inmueble se reunían toxicómanos habitualmente y pedían que se les impidiera el paso.

Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre se daba cuenta en FARO DE VIGO de que dos vecinos de O Grove, y otros dos llegados de fuera, concretamente de Sanxenxo, protagonizaron una pelea por un supuesto impago de drogas que llevó a la Guardia Civil hasta la residencia Santo Ángel, explicándose entonces que estaba completamente abandonada y era utilizada por okupas.

Los agentes identificaron a los protagonistas de aquel altercado, y esto, unido a la referida preocupación ciudadana, hizo que la Guardia Civil intensificara su dispositivo de vigilancia sobre el inmueble hasta culminar la operación.

Fruto de esa labor el cuerpo pudo obtener la orden correspondiente para realizar una entrada y registro en dicho inmueble, que se llevó a cabo al mes siguiente, en noviembre, procediendo a la detención inicial de dos de los supuestos vendedores.

Posteriormente se procedió a la detención de otra persona y a la identificación de tres individuos más, todos ellos "estrechamente relacionados con la venta y distribución de estupefacientes" en la antigua residencia Santo Ángel.