La vaca cachena, una especie originaria del área montañosa de la zona del Xurés (Ourense) y los montes limítrofes con el Parque Nacional de Peneda-Geres (Portugal), se convierte desde mañana en un producto comercial propio de O Grove, donde se cría en el entorno natural de Con da Hedra, en la parroquia de San Vicente.
Su preciada carne va a despacharse en la plaza de abastos meca, y más concretamente en La Bellota, una carnicería-charcutería especializada en ibéricos y carnes rojas que está regentada por los grovenses Carlota Montenegro Cacabelos y Diego Torres Cao.
Son ellos los encargados de animar a grovenses y visitantes a adquirir este nuevo producto, ya que se trata de "una carne de la máxima calidad, un sabor exquisito y totales garantías", además de constituir un producto natural que es fruto de una ganadería sostenible.
Y es que las vacas cachenas que cría la comunidad de montes de San Vicente de O Grove en Con da Hedra se alimentan de hierba y paja, sin necesidad de productos artificiales añadidos que sí emplean otras ganaderías, donde además las destetan con solo seis meses.
En este caso, los becerros que adquiere la carnicería La Bellota para su venta en la plaza "están mamando de sus madres hasta el día en que son sacrificados", por lo que se garantiza no solo el sabor y las propiedades nutricionales de su carne, sino "una experiencia totalmente nueva de la que podrán disfrutar los amantes de la buena mesa y el consumidor en general".
Hasta ahora los comuneros de San Vicente, presididos por Manuel Castro, vendían becerros, enteros o por la mitad, que eran adquiridos por grupos de vecinos o familias, sobre todo integrantes de la propia comunidad de montes.
Al igual que sacrifican un par de ejemplares cada año para organizar la fiesta de exaltación de esta carne, tratando de darla a conocer entre vecinos y visitantes.
Desde mañana, gracias al proyecto comercial puesto en marcha por los comuneros y la carnicería grovense, el gran público también podrá acceder a este preciado producto en cualquier momento, "ya que hemos decidido adquirir nosotros los becerros y despiezarlos para vender al detalle, es decir, en chuletas, filetes o como carne para estofar", explica Diego Torres Cao.
El empresario es un buen conocedor del método de cría de la vaca cachena de San Vicente, ya que es desde hace casi ocho años el que se encarga de los ejemplares sacrificados y vendidos por los comuneros. Por eso sabe que "es carne de la máxima calidad", y de ahí, también, que se animara a ponerla a la venta en su negocio, "para que esté al alcance de todo el mundo".
Se trata de "animales criados en total libertad que maman de sus madres hasta el día del sacrificio y se alimentan de productos totalmente naturales, por eso su carne es tan sabrosa", insisten Diego Torres y Carlota Montenegro.
Tras adquirir los primeros becerros, de apenas diez meses de vida y unos 120 kilos de peso, cada uno, el carnicero meco destaca que "si la experiencia funciona daremos continuidad a las ventas de cachena con la compra de más reses en el futuro".
Maneja para ello un precio de venta al público "que puede rondar los 14 euros por kilo en el caso de los filetes y chuletas". Sabe que puede parecer elevado, ya que es "un producto caro en origen". Pero también que es "una carne tan buena que el consumidor sabrá apreciarla y valorarla".
También Manuel Castro, el presidente de los comuneros, anima a los vecinos a adquirir esta carne para comprobar "que es algo extraordinario". Esgrime que su comercialización en la carnicería "es un paso muy importante para nuestra comunidad, ya que por fin podemos ampliar los cauces de distribución para que la gente tenga acceso a este producto de nuestros montes".
El comunero garantiza que "estos becerros se alimentan solo de paja, hierba y leche materna, por lo que ofrecen platos exquisitos, tanto guisados como 'ó caldeiro' o a la plancha, que también son una buena alternativa para las comidas y cenas de Navidad".
Habla de ello con conocimiento de causa, ya que sabe de la enorme aceptación que ha tenido la carne de vaca cachena tanto en la fiesta que organiza cada verano en Con da Hedra esta comunidad de montes, como en el maridaje de la misma con centollo de O Grove, que promueve el propio Castro en el hotel de su propiedad, el Cons da Garda.
