Fue en 2012 cuando los comuneros de San Vicente hicieron realidad su proyecto de silvipastoreo, consistente en la liberación en Con da Hedra de vacas cachenas capaces de contribuir a mantener limpio el monte, prevenir incendios y, de paso, aportar una fuente extra de ingresos, gracias a la venta de su carne. Es, también, una manera de preservar una especie autóctona amenazada que se caracteriza por su pequeño tamaño -es la raza española más pequeña- y sus grandes cuernos -con los que protege a sus crías-, al igual que por la calidad de su carne.