El triple asesino confeso de Valga, que asesinó ayer a su exsuegra, a su excuñada y a su exmujer, realizó un total de 15 disparos. Cuatro balas impactaron contra la exmujer; tres, contra la excuñada; y otras cuatro, contra la exsuegra. Así lo han señalado fuentes de la investigación.
El detenido utilizó un revólver del calibre 32 para el que carecía de licencia y del que ahora se investiga su trazabilidad, según ha concretado este martes el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada.
El autor de la barbarie entra en los juzgados. // N. Parga
"Se han hecho ya todas las investigaciones, se ha recuperado el arma, que es un revólver del calibre 32, con unas cajas de municiones en el río Tambre, en el lugar donde esta persona indicó que había tirado tanto el revólver como la munición", ha explicado a la prensa Losada, que ha presidido el minuto de silencio ante la Sugdelegación de Pontevedra.
Según ha indicado el delegado del Gobierno, "no hay constancia de que (el autor del triple crimen) tuviese capacidad de tener un arma en su poder", razón por la que en estos momentos se investiga la trazabilidad del revólver, "para encontrar cómo lo ha adquirido y ver si ese revólver se ha utilizado en otras circunstancias y buscar cómo llegó a manos de esta persona".
El autor de la barbarie de Valga, a prisión. // U. Foces
El asesino confeso, que fue citado esta mañana ante la magistrada Cristina Sánchez Neira, del juzgado de Caldas de Reis, ha preferido no declarar al considerar que no estaba en condiciones para ello. La jueza ha decretado prisión provisional sin fianza por la comisión de tres presuntos delitos de asesinato, lo que podría dar lugar a una pena de prisión permanente revisable.
El relato del crimen
El relato del crimenUn divorcio de mutuo acuerdo en enero de 2018 acabó ayer en tragedia con un triple asesinato machista en la localidad pontevedresa de Valga. José Luis Abet Lafuente, de 45 años, acabó a tiros con la vida de su exmujer, Sandra Boquete Jamardo, de 39, en presencia de los dos hijos menores de ambos. El asesino confeso aprovechó que su exmujer abría el portalón para salir con el coche, ya que los menores se iban al colegio, y se introdujo en la finca. Allí la mató, al igual que hizo con su excuñada Alba Boquete, de 27, que llegó a la finca entonces y María Elena Jamardo Figueroa, de 58 años y madre de ambas.
El hombre realizó 15 disparos con un revólver. Tras asesinar a las tres mujeres, abandonó el lugar y se desplazó a Bertamiráns, en el Concello de Ames -cerca de Santiago-, donde residía con sus padres tras el divorcio. Fue allí donde este hombre, padre de otro hijo -fruto de una relación anterior-, contactó con la Guardia Civil para confesar el triple crimen, aunque posteriormente se habría acogido a su derecho a no declarar.
