Una de las cuestiones que lleva mucho tiempo reclamando A Illa es la puesta en marcha de un plan de usos del islote, en el que se limite el acceso de personas y embarcaciones para preservar toda la riqueza natural y arqueológica que guarda Areoso. Von Hundelhausen recuerda que ese plan de usos fue algo que se acordó con la Consellería de Medio Ambiente en todas las reuniones que se mantuvieron el pasado año, pero lamenta que "no hayan tenido ningún tipo de continuidad en los últimos meses, sobre todo para informarnos de cómo va su redacción y permitiéndonos aportar propuestas que pueden resultar interesantes, ya que nosotros somos los más interesados en que el islote sea protegido".

Desde antes del verano se ha registrado un silencio sepulcral desde la Consellería de Medio Ambiente que preocupa en A Illa, donde gustaría que este documento se pudiese entrar en vigor este mismo verano, ya que el proceso de degradación del islote se encamina hacia un punto de no retorno, que acabará con la desaparición de la duna de la zona norte y con la pérdida de gran parte del legado arqueológico que existe en ese lugar.

La esperanza de A Illa es que se endurezcan las medidas existentes hasta el momento ya que las que se implementaron hace menos de un lustro no siempre han resultado efectivas. Esas medidas consistieron en la instalación de un vallado perimetral de la duna central de Areoso. El motivo de su instalación se fundamentaba en la necesidad de acotar un espacio para la nidificación de varias especies, pero esas vallas no siempre han sido efectivas, sobre todo, porque una parte de los turistas que se acercan a Areoso no acostumbran a respetarlas.