El primer día del operativo de recogida de las cenizas del "Boramar" entran hoy en su día más importante. Tras la retirada de la proa, la grúa tiene por delante la tarea de sacar a la superficie la parte más pesada de la nave como son los motores.
Pablo Méndez, de la empresa Noroeste Sub, manifestó a este respecto que "es la parte más difícil. Su peso dificulta la maniobra y además también hay muchos restos de resina pegados a las rocas y eso también ralentiza las labores".
Entre las muchas partes llevadas a tierra por el "Insuíña Rande" una de ellas llamó la atención de los participantes en el operativo. Fue un palet repleto de botellas de vino totalmente calcinadas, "el vidrio estaba totalmente derretido, lo que da cuenta de la temperatura que se alcanzó en el barco antes de hundirse".
La planificación del operativo también usará el día de mañana sábado para los últimos flecos de limpieza de los fondos marinos en el lugar donde se produjo el accidente. Cabe recordar que los trabajos deben ser exhaustivos en los que se refiere a contaminación ambiental al tratarse de una zona de una alta producción marisquera.
Así, tras la retirada de los cascotes de mayor tamaño se hará un rastreo pormenorizado de la zona en la que los aceites, hierros y cenizas ocuparán una buena parte de las labores que se realizarán con limpiadores que entrarán a pie en Punta Cabreira aprovechando las horas de bajamar.
A la culminación de los trabajos se pondrá fin en la zona a la mayor tragedia sufrida en la comarca en lo referente a embarcaciones de recreo, el incendio del "Boramar".
