Cambados inicia a las 20.00 horas de hoy un ciclo de películas documentales sobre la historia de Galicia durante la Segunda República, la Guerra Civil y los primeros años de la posguerra. Se trata de cuatro cintas, todas ellas dirigidas por Xan Leira, y al término de la exhibición de esta noche, el propio director participará en un coloquio con el público. La película con la que se abre el programa es "Castelao e os irmáns da liberdade". La entrada a la sala es gratuita.
-¿Qué personaje de esa etapa histórica le resulta más fascinante?
-Sin lugar a dudas, Castelao. Es injusto decirlo comparativamente con tantas otras personas destacadas, como Alexandre Bóveda o Ánxel Casal, que fueron asesinados jóvenes, por lo que no pudieron desarrollar toda su potencialidad intelectual. Pero Castelao me fascina sobre los demás por su vida y por su obra, porque es la persona que siento más cerca de mi ideario y de mi pensamiento, porque supo ver la importancia de la emigración y del exilio gallegos, porque divulgó los conceptos de ciudadanos, República, democracia...
-¿No ha sentido la tentación de recoger en un documental sobre la Guerra Civil o la posguerra los testimonios de los verdugos?
-En mi último largometraje, "Crónicas da Galiza mártir", sí que tenía intención de entrevistar a los familiares de los represores, porque personas vivas de esa época ya casi no quedan. Hice gestiones en ese sentido, pero no tuve suerte. No es fácil encontrar familias que quieran hablar de esa época, y en algunos casos la gente incluso se pone violenta.
-¿Por qué no quisieron hablar con usted los represores, por mala conciencia o por temor a ser juzgados socialmente?
-Hay un poco de todo. A día de hoy, la represión franquista todavía es un asunto tabú. Y el Estado español no ha ayudado a aclararlo. Quedan miles de personas enterradas en las cunetas.
-¿Qué lugar ocuparían en los libros escolares de Historia los capítulos relativos a la Segunda República, la Guerra Civil y la represión si fuese ministro de Educación?
-Actualmente, en los libros de texto de ESO y de Bachillerato las referencias a ese momento aparecen en una parte a la que raramente se llega en clase antes del final de curso. En mi opinión es un error, porque si no enfrentas los problemas, los problemas permanecen. Ha de entenderse lo sucedido en España en esa época como un proceso histórico que hay que rechazar. Si no se hace didáctica sobre esos hechos sigues condenando a personas que fueron represaliadas en su día por luchar por el mantenimiento del orden constitucional y la democracia, que ahora sí se ponen como ejemplo en el caso de Cataluña. Considero que la memoria histórica es un contenido transversal que debería formar parte de todo el currículo educativo, ya que de lo que se trata es de educar en valores como ciudadanos libres y de no repetir los errores del pasado.
-¿Qué opina de la crisis política entre Madrid y Barcelona?
-Es algo lógico y natural que tiene que pasar en Cataluña, en Euskadi y en Galicia. Era una situación que en algún momento se tenía que dar, y que ahora se ha hecho presente. España no es solo la Gran Vía, sino una construcción compleja que tiene que asumir una nueva fisonomía.
