"La aceituna gallega produce un aceite muy afrutado, verde y con sabor a hierba que lo hace diferente al resto". Quien así habla es Manuela González Chao, responsable del departamento de Agro de Aceites Abril. Poner en marcha una plantación de olivos es relativamente sencillo e económico, y su rendimiento no deja lugar a dudas. "Lo primero -explica- es disponer de una finca que no se encharque y que esté libre de raíces, y luego regular el Ph del terreno con cal magnesiana". A partir de ahí se puede plantar, y en cuestión de tres años obtener aceituna que la firma ourensana se compromete a adquirir para la elaboración de aceite.

Tres agricultores de Meaño han apostado por este proyecto y suman entre los tres algo más 2.500 olivos plantados. El pionero fue Valentín Fernández Novas, un agricultor de 46 años natural de Noalla y afincado en Simes. "Lo hice porque a mí no me gusta el vino, y me informé sobre otros cultivos para diversificar la producción agraria". Entre varias parcelas suma más de media hectárea de terreno donde ha plantado 1.600 olivos. Este año ha recogido su primera cosecha de aceituna. Ha sido modesta, de apenas un centenar de kilos, por lo que "llegué a un acuerdo con Aceites Abril para envasarla para mi uso personal en casa". El próximo año ya espera vender.

También en Simes, pero en el barrio de Axís, Pastora Fernández Besada plantó 850 olivos hace apenas dos años. "Teníamos un terreno baldío. Mi marido no quería plantar más viña y fue mi hija quien nos animó a apostar por el olivo". Mientras, en Lores Carmen Rosal y su hija María Souto fueron las últimas en apostar por este nuevo cultivo para O Salnés. Lo hicieron en una parcela de casi tres "ferrados" -un ferrado equivale a unos 600 metros cuadrados- ubicada en la parte baja del valle, donde dispusieron 515 plantas. "En principio pensábamos poner viña", explica Carmen Rosal, que elabora 4.000 botellas del albariño "Moisés" , que se venden cada verano en un kiosco a pie de playa en A Lanzada. "Pero dada la inversión que hacía falta y el mucho trabajo que suponía su cuidado, mi hija se informó, contactó con Aceites Abril y me convenció para plantar olivos". Técnicos de la firma ourensana visitaron la parcela, las guiaron en la puesta en marcha de la explotación y cerraron un acuerdo para la compra de la producción. No son los únicos. Algunos agricultores más en O Salnés están apostando ya por convertirse en aceituneros.

Y es que se calcula que en un ferrado de terreno, si la orientación es buena y el perímetro es más o menos regular, caben 165 olivos. "La plantación de alta densidad -sostiene Manuela González- es la que recomendamos en Galicia para sacarle un mayor rendimiento a la parcela".

Ello supone plantar olivos en fila con una distancia entre uno y otro de 1,35 a 1,50 metros, dejando en medio de cada fila calles de 3,75 metros. Los 165 olivos de variedad arbequina -que es la que más trabaja Aceites Abril- supone un coste estimado de 200 euros en plantas. Según Manuela González, lo recomendable después es realizar un pequeño emparrado a base de postes de madera, cañas de bambú e hilo de nailon; este emparrado debe durar unos cuatro o cinco años, y luego se retira. Su función es conducir la planta lo más recta posible y su coste para un "ferrado" ronda otros 200 euros.

Tanto la planta como el suelo requieren luego unas atenciones, aunque mínimas "porque el olivo en un árbol frutal y como tal hay que cuidarlo", prosigue González. Esos cuidados se limitan durante los primeros años a un tratamiento fitosanitario de invierno y primavera, "y mantener después una cubierta vegetal que deberemos limpiar de cuando en vez". Las plagas no son habituales.

Los olivos producirán aceituna a partir del segundo o tercer año "en función del cuidado que se le haya dispensado a la planta en ese tiempo" explica la responsable de Aceites Abril. Hablando siempre de la variedad arbequina, un olivo produce por término medio en un año normal de 8 a 10 kilos de aceituna, según Manuela González. Estas cifras se dan cuando alcanza su pleno rendimiento, entre los 5 y los 6 años de vida de la planta.

A la hora de la comercialización el precio varía en función del mercado. Desde Aceites Abril señalan que "puede que algún año el precio sea elevado por las circunstancias del mercado y llegue al euro, pero lo normal es que el precio del kilo de aceituna se mueva entre los 70 y los 80 céntimos".

En cualquier caso, se considera que el olivo puede resultar una alternativa a la uva albariña dada la caída de los precios de ésta en los últimos años. Valentín Fernández lo tiene claro: "Inviertes mucho menos dinero a la hora de la plantación, los cuidados luego son mucho menores que el viñedo, contaminas menos con fitosanitarios, y a la hora de la recogida tres personas con una vareadora eléctrica de fibra de carbono y lonas hacen un árbol en dos minutos".

¿Y el rendimiento económico? Se estima que con los precios de la pasada campaña, un "ferrado" de olivos supondría una ganancia de unos 925 euros, frente a los 637 que se ingresaría de albariño.