Reinen las condiciones meteorológicas que reinen, el día 2 de noviembre es sagrado para un niño en A Illa de Arousa. El Día de Defuntos es una cita a la que no se puede faltar, porque en A Illa también es el "Día de Pedir". Ayer no fue una excepción, y cargados de mochilas vacías y muchas ilusiones, los pequeños se lanzaron a las calles (en muchas ocasiones acompañados de sus progenitores) para conseguir un ansiado botín: golosinas, frutas o castañas.

En pequeños grupos, los pequeños no dejaron ninguna puerta a la que llamar, sabiendo que tras ella, encontrarían el premio que buscaban. La frase mágica para ello no es otra que "unha esmola polos defuntiños que van alá", y el encargado de abriles la puerta les llena las manos de todo aquello que vienen buscando. La imagen se repite durante varias horas, hasta la hora de comer, cuando los pequeños regresan a su casa haciendo un profundo recuento de todo el botín conseguido, que será devorado en un futuro no muy lejano.

No siempre fue así. Antiguamente los pequeños se iban con los sacos llenos de mazorcas de maíz, patatas o castañas asadas. Luego fueron las mandarinas y pequeñas cantidades de dinero que precedieron a las golosinas que ahora consiguen los pequeños, en gran parte de las ocasiones, tras recitar un padrenuestro a la persona que les abre las puertas.

De la visita de los pequeños no se libran los establecimientos comerciales, y sobre todo, las panaderías, que para esa jornada tienen una hornada especial que siempre reclaman los más pequeños.

Un ejemplo es el establecimiento que se sitúa en las inmediaciones de la Confraría de Pescadores, que desde hace décadas, en este día prepara un pan especial para repartir entre todos los que acuden a pedir la "esmola". Ayer no fue diferente y los "cornechos" fueron saliendo poco a poco del horno hasta repartir más de 800, acabando, al menos uno, en el interior de la bolsa de cada pequeño que se acercó por esta panadería. También la pastelería de la avenida Castelao repartió unas 400 magdalenas confeccionadas especialmente para la ocasión.

El Día de pedir se está convirtiendo en una cita obligada no solo para los pequeños del municipio de A Illa, sino que desde más allá del puente llegaron pequeños para participar en la tradición aprovechando que también en el continente era jornada festiva.