Alfredo Bea García, concejal del Partido Galeguista Demócrata (PGD) en la Corporación municipal de O Grove, exige al gobierno local que presione a la empresa concesionaria del servicio de recogida de residuos y gestión del punto limpio para que proceda a ampliar inmediatamente estas últimas instalaciones.

Buen conocedor de la situación en que se encuentra el servicio, ya que ejerció como máximo responsable de Limpieza en los últimos ocho años, el galeguista explica que la ampliación de ese punto limpio es un proyecto presupuestado, aprobado y adjudicado, ya que de ello debe ocuparse la misma empresa que hace prácticamente un año empezó a ocuparse de la recogida de residuos con el sistema de carga lateral.

Y el galeguista, que fue el principal impulsor de ese cambio, sabe también que la ampliación del punto limpio debe permitir la potenciación del centro de compostaje que contempla en su interior.

En el año 2009, cuando empezó a hablarse de este proyecto de mejora de la recogida de residuos y del reciclaje, Alfredo Bea formaba parte del gobierno al lado del que hoy en día vuelve a ser alcalde, el socialista José Cacabelos. Y ya entonces el galeguista anunció que el punto limpio iba a ofrecer un horario más amplio de atención al público y a disponer de una báscula industrial de pesaje de camiones y de una biotrituradora con la que tratar el material posteriormente destinado a compostaje, con el fin de "recoger todo ese material que muchas veces los vecinos no saben dónde depositar, y que una vez convertido en compost puede servir para abonar los jardines".

Incluso anunciaba que "la empresa adjudicataria va a poner a disposición de los vecinos todos los contenedores que sean necesarios para la recogida de residuos, sin coste alguno para el Concello".

El pasado mes de mayo, justo antes de las elecciones y cuando Bea aún gobernaba al lado del conservador Miguel Pérez, insistía en la importancia de la ampliación del punto limpio y detallaba que iba a ganar 468 metros cuadrados. En el proyecto, cuya ejecución ahora reclama, se incluía la creación de un nuevo almacén, de 51, 2 metros cuadrados de superficie, y la incorporación de tres contenedores más, con una capacidad de 20 metros cúbicos cada uno.

Lo que quiere Bea, en definitiva, es que se agilice el proceso para ampliar el punto limpio de Monte Zapateira y que éste se mantenga "en perfecto estado de limpieza y conservación".

En este sentido, hay que recordar que cuando el Concello adjudicó el servicio a "Urbaser" lo hizo, entre otras razones, porque esta empresa prometió la ampliación del punto limpio y "mantenerlo en perfecto estado de limpieza y conservación", afrontando su adecentamiento "con una frecuencia tal que en ningún momento presente suciedad y abandono". Incluso se comprometió a, "una vez por jornada, y también en las ocasiones que así lo requieran, realizar un barrido y lavado de las plataformas de servicio, al tiempo que las edificaciones se pintarán y sanearán regularmente".