La crisis interna del PSOE en la comarca de O Salnés todavía no está cerrada, pero ayer se encaminó una solución que puede evitar la marcha de toda la ejecutiva local de A Illa de la formación, e incluso, de la desaparición de la agrupación en ese municipio. Durante cuatro horas, Santos Héctor y Pilar Cancela, responsables provincial y autonómico del PSOE, escucharon los motivos por los que la ejecutiva local presentó la dimisión, la mayor parte de ellas relacionadas con la escasa estructura con la que cuenta la formación en la comarca y el "ninguneo al que están sometidas las pequeñas agrupaciones locales.

La de ayer fue una toma de contacto que se extenderá en el tiempo, pero también sirvió para sentar las bases de una negociación en la que A Illa pide reforzar las estructuras del partido en la comarca, al considerar que se encuentra "moribundo". El secretario local de la formación en A Illa, Manuel Vázquez, reconocía al término del encuentro que "es cierto que en los estatutos no existe una fórmula de estructura comarcal, pero creemos que es necesario articularla y tenemos el compromiso de la dirección de que se va a trabajar en ese camino".

La ejecutiva local volverá a reunirse hoy y fijará una fecha para trasladar los resultados de esta primera toma de contacto a la asamblea local. "La intención es continuar con las reuniones en los próximos días, con un único objetivo, el de cohesionar y hacer al partido todavía más fuerte".

La crisis surgida en el seno de la ejecutiva de A Illa tiene como objetivo dar un cambio de rumbo al partido, especialmente en la comarca de O Salnés, donde la agrupación local considera que no existe ningún tipo de organización adecuada. A la revuelta de A Illa no han tardado en sumarse otras agrupaciones descontentas de la comarca de O Salnés, que se consideran igual de ninguneadas por parte de determinados órganos de dirección del partido.

Siete de los integrantes de la ejecutiva, a excepción de Manuel Vázquez, presentaron la dimisión en una reunión celebrada el pasado martes. Esos siete integrantes son dos históricos como Julian García Mouriño y Juan Luciano Otero Besada, a los que se suman Pascua Suárez, Paula Dios y los ediles del grupo de gobierno Luis Arosa, Alfonso Salgado y Salomé Franco.

Esa dimisión se sometió a una asamblea con la militancia el pasado viernes, recibiendo el respaldo todos ellos de sus compañeros, eso si, siempre a expensas de los resultados que puedan registrarse en las reuniones que se van a mantener con la cúpula del partido, tanto a nivel provincial como gallego.

Las claves de este desencuentro de A Illa se vienen acumulando desde hace tiempo. Pero hay varias circunstancias que han acabado por provocar la explosión de un malestar que era latente. Ese malestar arrancó en el mes de junio, cuando en el proceso de designación de diputado provincial, se apostó por el vilanovés Javier Dios, dinamitando el acuerdo interno de reparto territorial para ocupar ese cargo. Vilanova había ocupado el cargo durante ocho años y ahora, entienden varias de las agrupaciones de la comarca de O Salnés, debería corresponderle a la meisina Marta Giráldez por el trabajo que lleva realizando desde hace años.

La disparidad de criterios en la duplicidad de cargos también ha sido una de las causas que hizo estallar el conflicto. En este caso, el propio Manuel Vázquez es uno de los afectados, ya que sustituiría a Carmela Silva en el Congreso si esta hubiese abandonado la Cámara Baja por llegar a la presidencia de la Diputación. No fue así, y Silva finalizará el mandato. Pero lo que acabó por provocar el estallido fue la decisión de Vilagarcía de no designar a ningún representante de la comarca de O Salnés para el tercer puesto en las listas al Congreso, algo que no se entendió en la comarca.