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La actividad mejillonera, otra vez afectada por causas naturales

Las biotoxinas mantienen su presencia en las rías y alargan el goteo de cierres de polígonos

La situación se complica para un sector que aún confía en que este episodio desaparezca pronto -Las prohibiciones de extracción ralentizan el ritmo de descargas -La campaña estival aún no está perdida

Francisco Padín Novas, presidente de Amegrove, charla con la conselleira de Mar, Rosa María Quintana. // Muñiz

Las biotoxinas marinas parecen tener querencia por las rías gallegas, y cuando todo el camino parecía despejarse para afrontar con fuerza la campaña estival, resulta que los vientos del sur de días pasados hicieron que las células lipofílicas que permanecían "agazapadas" en la plataforma continental volvieran a introducirse en las zonas de cultivo de mejillón en batea, lo cual ha provocado un nuevo goteo de cierres de polígonos en las últimas jornadas.

Prueba de ello es que el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) decretó ayer nuevos cierres, entre ellos los de los polígonos bateeiros Pobra D y Vilagarcía B, lo cual significa que las biotoxinas que hasta ahora afectaban a la boca de las rías siguen avanzando hacia su interior.

¿Y a qué conlleva esto? Pues a que en la actualidad están cerradas ya la mayor parte de las zonas productoras, limitándose a apenas una quincena los polígonos en los que está permitido extraer mejillón, uno de ellos en Ares-Betanzos y los demás en Arousa y Vigo. Mientras tanto, las rías de Muros-Noia y Pontevedra siguen cerradas a cal y canto, como sucede con los polígonos Baiona y Corme.

A pesar de todo, en el sector aún tienen la esperanza de que este nuevo episodio tóxico termine pronto, para seguir abasteciendo tanto al mercado de fresco como al de transformación -conserveras y cocederos-, que en los últimos días realizó una buena cantidad de pedidos de molusco.

Evidentemente, el frenético ritmo de trabajo que se vivía en los muelles desde hace un par de semanas se ha visto ralentizado a raíz de los nuevos cierres decretados por el Intecmar, de ahí que pueda decirse que el sector está de nuevo a medio gas.

Aclarado esto, y dado que estos días ya se encuentran en Galicia un buen número de visitantes que no están familiarizados con este tipo de episodios totalmente naturales -también conocidos popularmente como "marea roja"-, hay que aclarar que están controlados por las autoridades sanitarias.

Esto supone que no hay riesgo alguno para la salud pública si el mejillón es comercializado y adquirido por cauces reglamentarios, ya que el seguimiento efectuado por el Intecmar -un centro de referencia mundial- garantiza que ese producto llega al consumidor desde zonas exentas de una toxicidad que, a la postre, no es más que células ingeridas por el mejillón al alimentarse del fitoplancton.

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