Los comuneros hacen "el negocio del siglo" y permiten la llegada de gas natural a O Grove

La mancomunidad de montes vecinales en mano común de San Martiño de O Grove, presidida por Francisco Meis, ha hecho lo que para algunos es "el negocio del siglo". Aunque esto quizás resulte un tanto exagerado y sea más acertado referirse a una década, ya que ese es el período por el que los comuneros ceden una parcela en la que va a ser instalada la planta de Gas Natural Licuado (GNL)., desbloqueándose así el proyecto de gasificación de la villa grovense y la isla de A Toxa.

De este modo, a cambio de un terreno prácticamente improductivo -tendrían que pasar varias generaciones antes de sacarle la misma rentabilidad plantando pinos-, los comuneros van a recibir 1.800 euros mensuales "limpios", es decir, ya libres de impuestos.

Es una buena fuente de ingresos -para Francisco Meis "la mejor operación de la historia de esta comunidad"- que va a permitir a los comuneros afrontar otros proyectos, como el de silvipastoreo o el de apicultura, lo que a su vez va a generar ahorros importantes en la comunidad y la parroquia.

Pero no es la única que sale ganando, pues la empresa adjudicataria del suministro de gas natural a O Grove encuentra por fin el terreno que necesitaba para instalar la planta de abastecimiento, y al mismo tiempo la localidad puede disponer de un nuevo aporte de energía que se antoja beneficioso para vecinos y empresarios.

Todos parecen beneficiarse, tal y como explica el propio Francisco Meis, encantado después de ver que la asamblea aprobaba la cesión temporal de la parcela por abrumadora mayoría, con 69 votos a favor y solo uno en contra.

Es un terreno de 8.120 metros cuadrados en el monte Zapateira, en la subida a Siradella, que está catalogado como suelo rústico. Esto quiere decir que poco o nada se podía hacer en ese monte para sacarle productividad, y el propio presidente de los comuneros lo aclara al decir que "plantando pinos en ese terreno ni siquiera nuestros tataranietos conseguirían el dinero que nosotros vamos a conseguir ahora". Teniendo en cuenta además que a partir de los diez años de concesión la empresa suministradora ya tendrá sus gasoductos colocado y no necesitará la planta de GNL, por lo que limpiará la parcela y se la devolverá a los comuneros tal y como está ahora.

La higuera, abejas y burros

Ilusionado con la etapa que se avecina, Francisco Meis habla de "un punto de inflexión" en la historia de esta comunidad de montes. Y es que con el dinero obtenido "vamos a poder afrontar proyectos como el dignificación de la 'Figueira do Meco', reformando todo su entorno; al igual que podremos desarrollar el de apicultura, que me gustaría mucho poner en marcha y se llevará a cabo si hay gente dispuesta a desarrollarlo y la asamblea lo apoya".

Lo mismo indica respecto al plan de silvipastoreo, semejante al que se aplica en la parroquia vecina de San Vicente pero utilizando burros en lugar de vacas, para aprovechar así la experiencia obtenida con los dos pollinos que cuida el Concello en A Toxa.

"Con los burros el gasto es mínimo, prácticamente nulo, y utilizándolos en nuestros montes podrán dejarlos perfectamente limpios, con lo que evitaremos gastar en tractores y desbrozadoras", reflexiona el presidente de los comuneros.

Riqueza en el pueblo

Pero eso no es todo. "Quizás lo más importante es que vamos a generar riqueza en el pueblo", asegura el presidente, convencido de que la llegada del gas natural licuado "va a permitir que dispongamos de empresas más competitivas, con lo que esto supone de freno a la deslocalización".

Lo que quiere decir es que "el gas natural licuado supone un ahorro de aproximadamente el 30% respecto al gasóleo, y es hasta un 50% más barato que la electricidad, de ahí que cada vez sean más las industrias que apuesten por esta energía".

Esto supone que "podremos ayudar a mantener empresas en O Grove, pero también animar a otras a instalarse en nuestra localidad, sobre todo teniendo en cuenta que la parcela que hemos decidido ceder para la planta de abastecimiento se sitúa al lado del futuro polígono industrial".

Esto conlleva "aumentar las posibilidades de conservar e incluso generar empleo, con lo que esto supone de beneficios para todos los grovenses", añade un Francisco Meis evidentemente ilusionado con la nueva etapa y agradecido a sus asociados.

Conserveras

Sabe, a este respecto, que más pronto que tarde las empresas, sobre todo las conserveras, van a instalar plantas satélite de gas natural licuado, y de hecho alguna industria grovense ya ha iniciado gestiones en este sentido ahora que la gasificación llega a la localidad.

Y para terminar, "con este acuerdo de la comunidad de montes damos la oportunidad a todos los grovenses de que puedan elegir entre gas natural u otras fuentes de energía o combustible, y por tanto nos subimos al tren del progreso en el que ya están desde hace tiempo otros municipios cercanos".