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O GROVE

Personas ajenas al Concello utilizan a diario despachos y servicios municipales

La presencia de "extraños" que realizan su actividad laboral o profesional en la casa consistorial de O Grove desagrada y preocupa a concejales del gobierno y la oposición

La casa consistorial de O Grove, que se encuentra medio vacía desde que la mayor parte de la plantilla municipal y los servicios que se prestaban en este inmueble situado en O Corgo se trasladaron al edificio de usos múltiples, en la calle de Cándido Acuña, está siendo utilizada casi a diario por personas que nada tienen que ver con el Concello y que, desde luego, no realizan ningún tipo de actividad o prestación para la Administración pública.

Se trata de personas que, por amistad o en connivencia con algunos concejales grovenses, ocupan despachos municipales en O Corgo "como si fueran sus propias oficinas" y utilizan servicios como el de wifi; además, lógicamente, de generar un desembolso extra para las arcas municipales por consumo eléctrico y otros gastos.

Aunque la presencia de esas personas "extrañas" en el consistorio grovense es conocida y consentida por diferentes ediles, otros, tanto del gobierno tripartito como de la oposición se muestra su desagrado y preocupación por esta situación alegando que "lo que está sucediendo proyecta una mala imagen y resulta del todo incomprensible, pues si un vecino acude en busca de algún funcionario o algún representante político puede encontrarse con estos extraños, cómodamente instalados, y pensar que trabajan para el Ayuntamiento, cuando en realidad no es así".

Algunos concejales recuerdan, incluso, que hace meses se vivió una agria polémica con la asesora de la concejala independiente Aida Filgueira. Desde las filas de la oposición se denunciaron los hechos y se pidieron explicaciones por la presencia de aquella "ayudante" en los despachos municipales, al tiempo que se exigió una rectificación.

A estas alturas aquella supuesta asesora de la edil independiente ya no trabaja en el consistorio, pero en su lugar, como queda dicho, operan casi a diario otras personas externas, lo cual también causa enfado. Si bien es cierto que esta vez los grupos opositores no han denunciado la situación con la misma contundencia que entonces -cuando incluso se elevó el asunto a pleno- y en el gobierno tripartito "dejan hacer".

Pero lo que sucede en el consistorio "es algo que debe corregirse, porque una cosa es que alguien pueda acudir a la 'casa grande' y utilizar sus servicios puntualmente, y otra bien distinta es que lo hagan prácticamente todos los días y que esas personas externas anden continuamente de un lado para otro como si fuera su propia casa o su oficina", alegan los concejales consultados, no sin antes precisar que en los diferentes despachos se maneja "información privada o confidencial" que no puede ni debe estar al alcance de cualquiera.

Algunos piden al alcalde, el conservador Miguel Pérez García, que actúe de inmediato y regule el uso y disfrute de las instalaciones municipales de la casa consistorial, evitando que personas externas "se adueñen" de los despachos "como si de un concejal o un funcionario se tratara".

Para terminar, señalan que "algunos pueden tomárselo a risa o pensar que se trata de una cuestión de índole menor, pero en realidad es un asunto extremadamente grave, pues se trata de regular o evitar el uso indebido de bienes públicos a manos de empresas privadas".

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