Nueve de cada diez barcos mercantes que entran en la ría de Arousa con destino al Puerto de Vilagarcía son de bandera blanca, que es la que pueden ondear los buques procedentes de países que han realizado una apuesta por la seguridad -entre ellos España- y que cumplen con los requisitos del Memorándum de París de 1982, firmado por los países europeos y Canadá, entre otros.

Según la memoria de 2007 elaborada por la Capitanía Marítima de Vilagarcía _-responsable de la inspección de los cargueros y de la seguridad en la rada arousana-, el 90 por ciento de los barcos que entran en la ría tienen bandera blanca, el 8 por ciento son de bandera gris y sólo el 2 por ciento están clasificados con la negra, que es la de buques con problemas estructurales graves y que ya han sido retenidos alguna vez.

A este respecto, el capitán marítimo, Martín Rosales, se reafirmó ayer en unas declaraciones realizadas este verano, en las que afirmaba que la calidad de los barcos que atracan en Vilagarcía ha aumentado sensiblemente en los últimos años. "Esa mejoría se ha notado mucho con respecto a hace diez años porque se ha hecho un esfuerzo inspector muy grande y a un barco en mal estado ya no le conviene parar aquí porque sabe que se le van a detectar las deficiencias y que probablemente deberá pasar algún tiempo retenido".

Martín Rosales también afirmó que "los barcos y el nivel de las tripulaciones que nos visitan suelen ser bastante buenos". En el caso del Doxa, que el pasado lunes sufrió un incendio, que causó la muerte a un ciudadano filipino de 52 años, su bandera era blanca, y pese a haber sufrido el percance y a tener varias notas negativas en medidas de seguridad anteincendios en inspecciones anteriores _-como en Constanza, San Petersburgo, Liverpool o Dampier-, en la de Vilagarcía la superó con una sola incidencia, pues tenían que engrasar una polea.

La seguridad en la ría

El accidente del Doxa ha reavivado el debate sobre si la seguridad en la ría de Arousa está plenamente garantizada por el paso de mercantes, gaseros o buques con hidrocarburos. Y un factor decisivo para conocer ese nivel de seguridad es la calidad de los cargueros que atraviesan la ría, y el rigor de las inspecciones que se realizan.

Según los últimos datos de Capitanía, el 50 por ciento de los barcos que entraron en el Puerto vilagarciano en 2007 tienen menos de 15 años de antigüedad y sólo el 10 por ciento de los mercantes fueron detenidos alguna vez en los últimos 10 años por razones técnicas de seguridad.

El propio Martín Rosales y el presidente de Portos de Galicia -y consejero del Puerto vilagarciano-, Jacinto Parga, opinan que la seguridad en la ría de Arousa está garantizada. "Yo creo que la ría es muy segura, porque hay una plantilla de inspectores amplia y medios. La prueba es que cuando se incendió el Doxa había dos remolcadores en la ría de Arousa", apuntó el capitán marítimo.

El presidente de Portos de Galicia, por su parte, manifestó que la seguridad en la ría de Arousa está totalmente garantizada "tal y como se demostró en la rápida y efectiva actuación tras el incendio del Doxa que evidenció que lo que estamos haciendo, está bien". Jacinto Parga acalló críticas y sentenció que la seguridad en la ría de Arousa está garantizada dado que en los últimos años "y en todos los venideros nos estamos centrando precisamente en que este tipo de protocolos funcionen a la perfección porque nos interesa preservar lo que tenemos".

Además, incidió en que "los buques cumplen la legalidad por lo que un accidente no debe empañar un protocolo impecable y que no ha dado problemas en anteriores ocasiones".

No obstante, sí que existe preocupación entre algunos representantes del sector pesquero y marisquero, y entre colectivos como el BNG, Izquierda Unida o la Plataforma para a Defensa da Ría de Arousa. El diputado nacionalista Bieito Lobeira ha solicitado a la Xunta que abra una investigación para determinar las causas del accidente y si los medios existentes son suficientes para luchar contra un eventual episodio de contaminación.

Lobeira recuerda que la ría de Arousa es una de las más ricas del mundo, y que miles de personas viven de la pesca y el marisqueo. También se ha mostrado muy preocupado uno de los representantes del Concello de Vilagarcía en el Consejo de Administración del Puerto, Ramón Bueno (Izquierda Unida). En su opinión, "los fondeos exteriores son un riesgo, porque la actuación no es tan inmediata como si ocurriese en un puerto".

También hizo mucho hincapié en que el BNG, que está al frente de la Consellería de Industria, tiene que cumplir su promesa de desmantelar y trasladar los depósitos de Ferrazo "porque ya se está acabando la legislatura".

Otro consejero portuario, y presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Oubiña, manifestó por su parte que "confío plenamente en el capitán marítimo, porque entiendo que es un profesional muy válido". En su opinión, no hay motivo para que salten las alarmas en relación con la seguridad en la ría de Arousa y que además "debemos convivir todos, y también necesitamos este tipo de tráficos de mercancías. No debería haber problemas si seguimos las normas que marca la ley".

Quien evita hablar estos días es el presidente del Puerto, Javier Gago.