Está el río Umia afectado por la presencia de microcystis? La Consellería de Medio Ambiente y los responsables del Centro de Hidrobiología de Castroagudín discrepan de forma rotunda en sus respuestas a las exigencias de información solicitada por la Unión Europea y dada la tonalidad verdosa que había adquirido el agua del embalse.

Para ello, técnicos de ambos departamentos tomaron el pasado jueves muestras de agua en las instalaciones ubicadas en el municipio de Caldas que, al igual que el de Vilagarcía, se nutre de dicho embalse para abastecer a la población. El problema es que los resultados de las analíticas son completamente distintos. Mientras que las de la Consellería de Medio Ambiente descartan la presencia del alga que genera la microcistina y achacan el color verdoso a un alga cloroficia inocua, denominada Staursastrum, en las universitarias (que se repitieron ayer) se registran unas cantidades altas de estas algas tóxicas que, en determinados puntos del embalse, llegan a alcanzar las 600 unidades por microlitro.

El catedrático Fernando Cobo, director del Centro de Hidrobiología, entiende que estas diferencias pueden deberse al lugar dónde se toman las muestras: "El viento acumula las algas en la zona norte y si lo que analizas es una muestra tomada en la otra punta del embalse, es posible que la prueba te dé negativo o en cantidades poco significativas". Sus biólogos tomaron muestras en distintos puntos y ratificaron que el alga, que puede liberar células tóxicas perjudiciales para la salud, está presente en el embalse y en cantidades importantes hasta un máximo de 600 células por microlitro: "No es cuestión de polemizar con nadie-subraya el director- pero se ve perfectamente que en el Umia hay microcistys. Cualquier persona puede entrar en internet, buscar imágenes de microcistys y staurastrum y comparar cuál de las dos células se parece más a la que aparece en los análisis que hacemos públicos (en la imagen derecha, arriba)".

Verde de un alga inocua

Esta afirmación se contradiría con el comunicado hecho público ayer por Medio Ambiente en el que explica que los análisis específicos realizados a la muestra extraída el jueves para determinar a qué se debía el color verde que presentaba el agua del embalse, reveló que la misma se originaba por la proliferación del alga Staurastrum, que es totalmente inocua. La presencia de la Staurastrum también fue medida por la Universidad pero su análisis reveló que había 1 célula por microlitro frente a las 600 de la microcistys. Así que consideran demostrable por las características de cada célula, que la tonalidad verdosa se la da al embalse la microcistys y no la cloroficia.

El debate entre los técnicos de ambos departamentos podrá resolverse en breve pues la Consellería de Medio Ambiente anuncia que, a pesar del resultado negativo que tuvo su análisis, en las próximas semanas intensificará la recogida de muestras en la zona "a fin de detectar la posible presencia del alga que provoca la microcistina, en el caso de que ésta se produjese". Semanalmente tomarán muestras "en una zona representativa del embalse" para analizar el nivel de clorofila, nutrientes, calidad de agua, características físicas y químicas e identificación de algas.

El análisis de toxicidad da negativo

Aunque los técnicos universitarios no tienen "ninguna duda" de que la cianobacteria presente en el embalse del Umia es Microcystis aeruginosa y no Staurastrum, quiere dejar muy claro que eso no significa que el agua sea tóxica. Las pruebas de toxicidad dieron negativas. Esto significa que el alga presente en el agua no ha soltado microcistina. Esta toxina la produce a través de reacciones químicas que se repiten durante toda la vida del microorganismo. "Predecir su aparición-dice Cobo-, es difícil, aunque hay que reconocer que con los antecedentes que tenemos es muy posible que se produzca".