Polanski, Kieslowski y ahora Wasilewski. Son tres polacos que, en mayor o menor medida, apuestan por la mujer como sujeto cinematográfico, aunque vista la película con la que el último ganó el premio al guion en Berlín, bien parece que su meta sea el comprobar hasta dónde puede recrearse con las cuestionables decisiones amorosas de su cuarteto protagonista. Con un trasfondo político que lo impregna todo -la caída del bloque soviético y la irrupción del deseo siempre insatisfecho que trae consigo el capital- y una fotografía a juego, austera, gélida y agria como el escenario en el que habitan sus mujeres, "Estados Unidos del Amor" invita más a la frialdad que a la empatía, pero fascina.
CRÍTICAEstados unidos del amor